Pese al anuncio de un alto al fuego y las negociaciones, entre el grupo extremista y el gobierno nigeriano, presuntos miembros de Boko Haram secuestraron también a decenas de personas en una serie de ataques en el estado de Borno
Presuntos militantes del grupo insurgente Boko Haram mataron al menos a 17 personas y secuestraron a decenas, en una serie de ataques en la región central del estado de Borno, en el noreste de Nigeria, informó un alto cargo local.
Los asesinatos ocurrieron el jueves, dentro de una ola de asaltos protagonizada por supuestos insurgentes de Boko Haram, pese al anuncio de un alto el fuego del Gobierno de Nigeria y las negociaciones en marcha con el grupo en el vecino Chad.
«Diecisiete personas fueron asesinadas por los asaltantes tras el ataque del pasado jueves contra la comunidad Ndongo», dijo a los periodistas Alhaji Shettima Maina, jefe del gobierno local en el distrito de Mafa. «El viernes enterramos los restos de las víctimas en Mafa».
Funcionarios de Chad y Nigeria atribuyeron los ataques, respectivamente, a facciones disidentes dentro del grupo y a delincuentes que se hacen pasar por miembros de Boko Haram.
Integrantes de ambos gobiernos aseguraron que confían en alcanzar un acuerdo con los militantes islámicos para poner fin al conflicto en el convulso noreste de Nigeria, y lograr la liberación de unas 200 escolares secuestradas desde abril.
No obstante, los constantes asesinatos y secuestros han puesto en duda la tregua. Maina dijo que en los dos últimos días fueron secuestrados unos 30 jóvenes.
«Una vez que invaden una comunidad, raptan a todos los chicos de 13 o más años y se los llevan a su base», afirmó Maina. «Los insurgentes también secuestran a todas las niñas de 11 años para arriba».
El grupo insurgente nigeriano, embarcado desde hace cinco años en una sangrienta revuelta principalmente en el noreste, asegura que pretende crear un enclave islamista en esta nación religiosamente mezclada, que además es la principal productora de petróleo de África y su mayor economía.
El grupo también ha perpetrado ataques en el norte de Camerún y Níger. El temor a que pueda desestabilizar la región ha llevado a los líderes de Chad, Nigeria, Benín, Níger y Camerún a crear una fuerza multinacional para combatir a los insurgentes.