Tanto se habló en los días previos al Clásico Español sobre cómo podría reaccionar el público en el Santiago Bernabéu en caso de que Lionel Messi empatara o rompiera el récord histórico de goles en la Liga española, que al final el argentino falló una oportunidad clara y se fue en blanco.
Mucha de la atención del Derbi estaba centrada en la figura de Messi, quien se presentó al duelo contra el Real Madrid con 250 goles en la Primera División española, y con que marcara uno este día empataría a Telmo Zarra, pero igual estaba la expectativa de que hiciera un doblete y rompiera el récord.
Al minuto 23, cuando el Barcelona se encontraba con la ventaja 0-1 gracias al tanto de Neymar al 3’, Messi se plantó frente a la portería merengue, sin marca, con su pierna zurda privilegiada, y en remate a bocajarro no pudo ante la gloriosa intervención del portero Iker Casillas.
Ese momento no sólo cambió el rumbo del Clásico, sino que además también representó la desconcentración del argentino que no pesó más en el resto del encuentro, donde el Madrid logró la remontada y se quedó con el triunfo 3-1.
El récord de Messi ocurrirá inevitablemente esta temporada, pero el morbo de que lo consiguiera en la casa del Real Madrid quedó sólo en una mera ilusión por parte del propio argentino y de los aficionados del conjunto catalán.