Al encabezar ayer las asambleas municipales informativas sobre las reformas energética y fiscal, el fundador del Movimiento Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador, dijo en la cabecera municipal de Charcas durante la mañana de este viernes que la renuncia del gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero es ejemplo de la fuerza ciudadana y la presión internacional para el esclarecimiento de los crímenes de lesa humanidad perpetrados contra los normalistas de Ayotzinapa.
Hoy más que nunca, dijo López Obrador, es tiempo para consolidar la fuerza de los ciudadanos, por encima de los partidos políticos corruptos, que han dejado a las claras de ser una opción real del gobierno para los mexicanos, ya que PRI, PAN y PRD, se ve muy claro, son uno y lo mismo.
Llamó a cerrar filas el próximo 26 de septiembre en la ciudad de México. Vamos a llenar el Zócalo con la presencia, la voz y los reclamos de miles y miles de ciudadanos, en representación de millones que reclaman dentro y fuera del país, la restitución del Estado de Derecho, justicia para los estudiantes agredidos y para sus familiares y la presentación con vida de aquellos que han sido víctimas de desaparición forzada.
El fundador del Movimiento Regeneración Nacional, insistió en que PRI, PAN y PRD son partidos surgidos del mismo lodo neoliberal, antipatriótico y entreguista. Por eso, dijo, debemos los ciudadanos no perder de vista sus historias, entender que se han llenado las manos de sangre y de suciedad.
Andrés Manuel López Obrador destacó la gravedad del caso Ayotzinapa y, aunque celebró la renuncia del gobernador de Guerrero, y la detención de José Luis Abarca Velázquez, el ex presidente municipal de Iguala, ello sigue siendo insuficiente frente a la mayúscula demanda de justicia para los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Raúl Isidro Burgos, heridos, desaparecidos y asesinados.
Indicó que aún es necesario fincar responsabilidades por la imposición de políticas contrarias al deseo, la esperanza y el derecho que asiste a los mexicanos y que se han convertido en instrumentos de violencia contra, invariablemente, los más vulnerables: los pobres, los marginados, los indígenas y nuestros jóvenes estudiantes; por eso, dijo, hay que cerrar filas para expulsar a estos malandrines de las instituciones públicas, para reconstruir a la nación.
Reprochó la conducta de algunos comunicadores, quienes trataron, a partir de su relación con el ex senador Lázaro Mazón, ex secretario de Salud de Guerrero, con José Luis Abarca y, por asociación con los actos delictivos de este personaje con el que negó haber tomado contacto en su larga trayectoria como dirigente político.
Criticó que algunos personajes de los medios de comunicación se refugien en la calumnia oportunista, haciendo suyo el lema de que “si la calumnia no mancha, tizna”, ironizó.
