La diseñadora Agatha Ruiz de la Prada no tiene complejos, al declarar la guerra al negro por ser la dictadura de los que buscan la elegancia
La diseñadora Agatha Ruiz de la Prada describe así su filosofía en Nueva York: «Me jode la gente que quiere ser elegante. Tú puedes ser elegante o no, pero pretender serlo es un poco absurdo», dijo.
Una de sus máximas es la importancia de vestir con colores vivos como clave de la felicidad. «Creo que tienes que ser optimista; con el mismo precio puedes ser feliz o desgraciado».
Considera que «la moda es una terapia que se está uniendo mucho a la gastronomía. Si comes bien y vistes bien ya eres feliz», sentenció.
Afirmó que no se deja influir por las pasarelas. «Yo tengo una tendencia, y a veces las tendencias se acercan y otras se alejan, pero yo misma soy una tendencia», afirmó.
Siempre luce sus propios diseños concebidos para mujeres modernas y atrevidas, y arremetió contra los diseñadores que no visten cada día sus propias piezas: ¿Es que no se creen lo que hacen? Yo sí me creo lo que hago. Siempre voy vestida de Agatha Ruiz de la Prada.
Aunque ha desfilado en una gala benéfica en Nueva York, insistió en que su mercado internacional favorito es América Latina, que ha sido un regalo, porque más de la mitad de su producción se vende ahí.
Su hija Cósima le ayuda en la empresa desde hace un año, algo que aplaude porque es su mejor imagen: Estoy muy contenta de que sea tan valiente porque se atreve a poner lo que ni yo me atrevo.
Sin embargo, su producción más exitosa no ha sido la moda textil, sino el diseño de objetos con el que ha cosechado sus más numerosas ventas.