Luego de valorar evidencias videográficas, testimoniales, físicas y psicológicas que dan cuenta de un abuso policíaco contra un menor de edad, la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una recomendación al Ayuntamiento de Matehuala para que se proceda a sancionar a elementos de la Policía Municipal que participaron en una acción de tortura física y psicológica.
El consejero presidente de la CEDH, Jorge Vega, turnó la recomendación 19/2014, correspondiente a una queja recibida el 28 de mayo pasado, acompañada por un video en el que se observa cómo elementos de la Policía Municipal pretenden, mediante tortura física y psicológica que un menor de edad se autoincrimine por la comisión de una infracción: por el consumo de bebidas embriagantes en un espacio público.
Ese mismo día la visitaduría para el Altiplano recibió la instrucción de que se llevara efecto una profusa investigación del caso, a partir de las evidencias videográficas y a través de la contrastación de testimoniales, entre ellas de la persona que tomó el video, del menor y de los agentes policíacos identificados en dicha grabación.
La relatoría da cuenta de que, una vez detenido el menor, es ingresado a una celda de la comandancia municipal hasta donde fue un agente uniformado para llevarlo con el médico legista; luego de que fuera revisado por el facultativo, el mismo agente lo introdujo en una oficina donde comenzó a intimidar al menor preguntándole si tenía conocimiento de un sujeto al que apodó “El Negro”, buscado presuntamente por la comisión de varios homicidios.
El detenido negó conocer al personaje señalado y fue, en ese instante cuando el uniformado le colocó sobre la cabeza una bolsa de plástico, cerrándola por el cuello, semiasfixiando al menor. Según la declaración del afectado, en una segunda ocasión, se le envolvió el cuerpo con una cobija de lana y se le colocó de nueva cuenta una bolsa de plástico en la cabeza, al mismo tiempo que le aplicaron golpes con pies y manos.
Se insistió en que conocía al sujeto apodado “El Negro”, al que se identificó como responsable “de la Plaza” de Matehuala, al tiempo que se le mostraron fotografías que el menor no identificó. Fue entonces cuando un segundo uniformado tomó unas pinzas mecánicas para comenzar a apretar con ellas la lengua del menor, amenazándolo con arrancársela; posteriormente le colocarían dos cables con los que comenzaron a darle descargas eléctricas.
Analizada la evidencia, la Comisión Estatal de Derechos Humanos turnó a la presidencia municipal, encabezada por Héctor Ávila Lucero, la recomendación 19/2014, reclamando la reparación del daño, la presentación de los agentes que participaron en el acto de tortura ante las autoridades judiciales así como la inscripción del menor en el Padrón del Registro Nacional de Víctimas.
Jorge Fernando Canseco