El Plenario anual del Partido Comunista chino(PCCh) ha convocado la decimoctava reunión de la Comisión Central de Inspección de Disciplina, el órgano encargado de combatir la corrupción en el país asiático para este sábado, 25 de octubre, según la agencia oficial Xinhua.
La convocatoria fue anunciada en la última sesión del Plenario sin ofrecer más detalles.
El anuncio se efectuó cuando falta por conocer la expulsión del PCCh del ex ministro de Seguridad Zhou Yongkang, acusado de corrupción por el Partido hace meses y cuyo destino podría haber sido decidido durante el Plenario, señalaron con anterioridad algunos analistas.
Por ello, se considera posible que, tras el encuentro del sábado, se ofrezcan más detalles sobre el caso de Zhou, hasta la fecha el cargo político de más poder en ser investigado por la formación en sus 65 años al mando de China, y de otros pendientes.
El diario hongkonés South China Morning Post (SCMP) señala también que el órgano chino anticorrupción «está cerrando el cerco» contra la poderosa familia de Ling Jihua, durante mucho tiempo mano derecha del ex presidente Hu Jintao (2003-2013).
Ling Wancheng, hermano menor de Ling (en total son cinco), apunta el rotativo, había abandonado China recientemente para viajar a Estados Unidos, pero «ya ha regresado al país, donde está siendo investigado», indican fuentes al diario.
Las fuentes añaden que aún no queda claro si Ling Wancheng, un acaudalado hombre de negocios más conocido como Wang Cheng, ha regresado por su propia voluntad o como parte de una operación conjunta entre China y Estados Unidos.
Además, en agosto las autoridades ya detuvieron al mayor de los hermanos, Ling Zhengce, un alto cargo en la provincia minera de Shanxi, un paso más hacia el supuesto último objetivo de la operación, Ling Jihua, el más poderoso de los cinco tras su etapa junto a Hu Jintao.
No obstante, la fulgurante carrera política de éste ya cayó en desgracia en 2012, tras un desafortunado escándalo que surgió al fallecer su hijo, Ling Gu, en un accidente mientras conducía un potente Ferrari.
El suceso, que ocurrió cuando el joven iba acompañado de dos mujeres que resultaron gravemente heridas (una de ellas, además, mostró meses después de recuperarse un súbito empeoramiento de salud y murió), confirmó la vida disipada que llevan muchos «príncipes», como se suele llamar a los descendientes de líderes comunistas.