Frío; al acecho de la tercera edad

Durante el invierno es necesario que los adultos mayores lleven a cabo medidas preventivas a fin de evitar enfermedades respiratorias y del sistema circulatorio, las cuales incrementan la demanda de atención en los servicios de urgencias.
Frío, al acecho de la tercera edad
La población de adultos mayores ha crecido en los últimos tiempos en forma importante. Hoy, 1 de cada 20 mexicanos pertenece al grupo de individuos con 65 años de edad o más, y en unas cuantas décadas, en el año 2050 para ser exactos, 28% de la población estará situada en dicho sector.
Los avances en Medicina y el número de hospitales que existen en toda la geografía nacional son las causas principales del aumento de la expectativa de vida; ello, a pesar de que mucha gente de la tercera edad padece enfermedades crónicas que mellan su desarrollo personal.
Sin embargo, debemos señalar que en la época invernal hay un aumento en las consultas por parte de los adultos mayores, sobre todo por problemas relacionados con los sistemas circulatorio y respiratorio.
También es común que los servicios de salud mental trabajen a tope, ya que es frecuente que depresión, ansiedad y angustia suban de intensidad y obliguen a psicólogos y psiquiatras a trabajar horas extras.
Información, barrera contra el frío
Las infecciones respiratorias eran una causa de muerte muy frecuente en los albores del siglo XX, pero hoy la tasa ha disminuido notablemente. En realidad, no es que el riesgo se haya reducido, sino que la atención al enfermo es mucho más rápida y eficiente que antaño.
La Dra. Dulce María Rodríguez Vivas, profesora titular de la Residencia de Medicina Familiar de la Clínica 28 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la capital del país, comenta en exclusiva para salud ymedicinas.com.mx que en esta temporada el número de consultas por parte de enfermos de la tercera edad aumenta considerablemente, quizá en 50%, principalmente por problemas respiratorios como bronquitis aguda (de corta duración, casi siempre causada por microor-ganismos) o crónica (de larga duración).
Hay que recordar que esta enfermedad es la inflamación del tejido que cubre los conductos bronquiales, los cuales conectan a la tráquea con los pulmones. Cuando una persona padece bronquitis, se complica el tránsito del aire hacia los pulmones y dentro de ellos; además, los tejidos se irritan y, como consecuencia, se produce más mucosidad. El síntoma más frecuente de este padecimiento es la tos. De acuerdo con la especialista, otro problema que se complica en esta temporada es la fibrosis pulmonar. Quien padece esta afección puede sufrir daño profundo en los pulmones, ya que éstos son susceptibles de tener cicatrices y volverse rígidos; así la respiración se dificulta y, en consecuencia, es posible que la sangre carezca de la cantidad suficiente de oxígeno.
Los alveolos (sacos de aire en los pulmones donde se produce el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono) de un anciano no tienen la misma elasticidad que los de una persona joven, apunta la Dra. Rodríguez Vivas, por lo que deshacerse de las flemas es mucho más complicado. “Por eso, uno de los ejercicios que recomendamos es inflar globos, lo cual es excelente para fortalecer y mantener activas estas estructuras”.
Por todo lo anterior, resume la también especialista en geriatría, “los adultos mayores y sus familiares deben prevenirse mediante la aplicación de la vacuna contra la influenza y el neumococo (bacteria que se contagia principalmente por vía respiratoria). Además, deben seguir indicaciones básicas como cubrirse adecuadamente, no exponerse a cambios bruscos de temperatura, evitar hacer ejercicio en horarios en que haga mucho frío y seguir dieta rica en frutas y verduras, con especial énfasis en los cítricos”. También es recomendable aumentar el consumo de líquidos.
En caso de que se presente un cuadro de enfermedad bronquial, es aconsejable que al enfermo se le proporcione terapia pulmonar, un procedimiento sumamente sencillo que se basa en dar pequeños golpes de la cintura hacia arriba, con objeto de que las flemas tengan movilidad y puedan expectorarse fácilmente. “Esto es particularmente útil para las mujeres, porque a nosotras no nos enseñaron a arrojarlas”, dice la especialista.
De artritis y corazón
Mucha gente de la tercera edad está expuesta a sufrir un colapso cardiaco, sobre todo si hay diagnóstico previo de hipertensión arterial (presión sanguínea alta), elevados índices de colesterol y triglicéridos, diabetes mellitus (aumento en la concentración de azúcar en sangre), obesidad o todos estos padecimientos juntos, lo cual es muy frecuente en los últimos tiempos. En esta época aumentan los casos de ataques cardiacos, ya que se exagera en el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares, lo cual hace que el corazón se vea obligado a trabajar a marchas forzadas. Si hablamos de padecimientos articulares, dice la Dra. Rodríguez Vivas, la artritis reumatoide suele recrudecerse en épocas de frío a pesar de que el paciente siga su tratamiento al pie de la letra. Lo que podemos hacer, señala la entrevistada, “es aconsejarle al paciente que se aplique calor en las articulaciones y que siga una rutina de ejercicios especiales.