Irresponsabilidad del INAH en situación del Centro Histórico

Las instituciones encargadas de la salvaguarda del Patrimonio Histórico y Cultural de los mexicanos y los potosinos, se mantienen en condiciones de desaparición forzada, secuestradas por depredadores del arte, la cultura y, sobre todo, del erario público, denunció el Colectivo “Es hora de hacernos agua”.

El escritor José Ignacio Betancourt Robles, catedrático e investigador del Colegio de San Luis, lamentó las deplorables condiciones en que se encuentra la casa natal del general insurgente, Mariano Jiménez, la que desde hace 24 años funciona como un centro cultural, ahora amenazado por un desmañanado proyecto de la Secretaría de Cultura, con ser convertido en un cuasi museo de “Nuevas tecnologías”.

Entre tanto, el centro histórico de San Luis Potosí, pese a la declaratoria de la UNESCO como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, en el marco del denominado Camino Real de Tierra Adentro, se encuentra agraviado por pintas vandálicas que las ni las oleadas de “uniformes de policía”, ni la costosa tecnología de vigilancia instalada en este espacio, han logrado, ya no evitar, sino tan sólo reducir.

Tampoco hay preocupación de las autoridades estatales y municipales para instruir cuadrillas que, en coordinación con ese otro “elefante blanco” el Instituto Nacional de Antropología e Historia, borren el graffiti.

Hoy, la casa natal del Insurgente potosino, Mariano Jiménez, se encuentra severamente afectada por la humedad, clara evidencia de la falta de mantenimiento; a pesar de su condición patrimonial, ninguna autoridad ha reparado en la gravedad de las afectaciones que se evidencian con floraciones de salitre y, como se puede comprobar, por la población de hongos.

Además, observó, la casa natal de Mariano Jiménez no ha estado a salvo de los depredadores oficiales (los directores del Centro Cultural), que, a capricho, han modificado el espacio original de esa vivienda.

No es el único espacio afectado. Ahí está, entre otros, el abandonado Teatro Alarcón, afectado por pintas vandálicas pero, también, por el abandono; se trata de un espacio con una vocación cultural de origen, que ha sido objeto de desprecio por parte de las absurdas autoridades públicas estatales y municipales que nos ha tocado padecer.

Los integrantes del Colectivo de Colectivos Mariano Jiménez, indicaron que se mantendrán resguardando la histórica casona, misma que tomaron el 8 de octubre, hasta en tanto que las autoridades de la SECULT no garanticen a plenitud, por escrito y públicamente, que respetarán este edificio patrimonial y, asimismo, el espacio cultural que reclaman 362 intelectuales y artistas potosinos.

 

Jorge Fernando Canseco