Festival en Nueva Hampshire deriva en caos

Los disturbios continuaban el sábado por la noche en KeeneNueva Hampshire, donde un festival anual de calabazas se salió de control y llevó a detenciones y lesiones.

Testigos en el lugar dijeron al Boston Globe(http://bit.ly/1vLdSzO) que la policía había lanzado gases lacrimógenos a cientos de estudiantes de la Universidad Estatal de Keene y otras personas que lanzaban botellas, monopatines y piedras a la multitud.

Un testigo atribuyó los incidentes al cuantioso consumo de alcohol en fiestas previas.

La cadena WMUR-TV en Manchester(http://bit.ly/1yNA3qq) mostró imágenes de una multitud subida sobre un coche, gente corriendo de nubes de gas lacrimógeno y personas destrozando señales de tráfico.

Policías con equipo antimotines ordenaron a la multitud que se dispersara.

Las fiestas formaban parte del Festival de Calabazas de Keene, donde la comunidad intentaba batir el récord mundial de mayor número de linternas de Halloween encendidas.

El número exacto de heridos y detenidos no estaba disponible en un primer momento.

Las autoridades universitarias ofrecieron pocos detalles sobre el incidente, señalando que habían participado estudiantes del centro y visitantes de fuera de la ciudad.

La organización de Ayuda Mutua de Incendios del Suroeste de Nueva Hampshire indicó que varias personas habían resultado heridas por botellas lanzadas por los aires en una fiesta con centenares de personas.

La gobernadora de Nueva Hampshire, Maggie Hassan, dijo que las autoridades estatales y locales trabajaban para poner fin a lo que describió como «la situación».

Horas después de que comenzaran los disturbios, los servicios de emergencias indicaron que seguían trabajando en la escena y no podían dar más información.

La presidenta de la Universidad Estatal de Keene, Anne Huot, indicó en un comunicado enviado por correo electrónico que el festival había sido promocionado por otras personas como «un destino para el comportamiento destructivo y escandaloso» y que el centro había intentado que esto ocurriera trabajando con el ayuntamiento y el campus.

«Lamentamos las acciones de aquellos cuyo único propósito es causar caos», dijo, añadiendo que los estudiantes implicados asumirían las consecuencias de sus acciones.