El Málaga logró su pri-mera victoria lejos de La Rosaleda, al imponerse con mucha suficiencia al Córdoba (1-2) en El Arcángel que sigue sin ganar en la Liga BBVA tras jugar el peor de sus partidos para dejar tocado al técnico, Albert «Chapi» Ferrer.
El Málaga salió con una presión asfixiante por todo el campo, pero fue el Córdoba el que tuvo el primer acercamiento peligroso cuando Ghilas se quedó solo ante Kameni, pero anduvo lento y el camerunés le arrebató el balón sin que el argelino llegara a rematar.
Aunque no tardaría en tener su primera oportunidad el Málaga. Fue al cuarto de hora de juego, cuando Juanmi se marcó un eslalon desde la medular hasta el punto de penalti marchándose de todos los blanquiverdes que le salieron, para disparar ligeramente desviado a la izquierda de Juan Carlos.
Acto seguido, los malacitanos tuvieron otra llegada en la que Amrabat se enfadó con Juanmi al que le pidió el balón en el punto de penalti, pero éste acabó en las manos de Juan Carlos.
De cualquier forma, no tardaría en llegar el primer gol del Málaga. Fue a los 21 minutos cuando una gran asistencia de Camacho acabó en la red con un no menos genial remate de Samu, que con mucha sutileza cambió la dirección del balón sin controlarla para enviarla a la red.
Nueve minutos después, los malacitanos hacían el segundo desde el punto de penalti. Juan Carlos derribó sin paliativos a Juanmi y Amrabat hizo el segundo.
El Córdoba estaba muy perdido. No se encontraba, porque el balón le quemaba en los pies. No lo tenía y el Málaga era muy superior. Con todo en una jugada aislada volvió a tenerla Ghilas como al principio, pero esta vez, con el balón controlado y tras sentar a su par, dudó entre tirar y pasar; y el balón acabó en córner.
A treinta segundos del descanso Samuel puso a prueba a Juan Carlos que voló para sacar una buena mano y evitar el 0-3 camino de los vestuarios.
Poco cambió el panorama en la segunda parte. El Málaga rondó el tercero más de una vez y lo perdonó continuamente.
El primer disparo a puerta del Córdoba llegó a veinte minutos del final y Kameni paró sin problemas un lanzamiento desde la frontal de Borja García.
A la jugada siguiente, Amrabat pudo sentenciar el partido, pero de nuevo el marroquí no acertó en el último pase para desaprovechar otra buena oportunidad ante la desconcertada defensa del Córdoba.
La mejor del Córdoba llegó a doce del final, pero Xisco sólo en área pequeña y sin oposición remató al aire.
Esa jugada fue el mejor ejemplo del cúmulo de despropósitos del peor Córdoba, que acortó distancias en el cuarto minuto del tiempo añadido, gracias a un bonito tanto de Ghilas, aunque de nada le sirvió a los blanquiverdes, porque el árbitro no dejó ni sacar de centro.