Piojo: A un año con el Tri, satisfacción incompleta

A un año de que ‘El Piojo’ invadió el futbol mexicano. A un año de que comenzaron aquellas celebraciones apasionadas. A un año de que salvó al Tri de la catástrofe.

Hoy se cumple un año de que Miguel Herrera llegó al timón de la Selección Nacional Mexicana. En esos momentos, hace apenas 12 meses, se vivían tiempos aciagos en el balompié nacional. El cuadro tricolor no tenía ni pies ni cabeza.

El Mundial de Brasil 2014 se veía muy lejano.

Pero llegó Herrera y sacó el barco a flote. De su mano, México calificó a la justa mundialista y el Tri hizo una Copa del Mundo aceptable, realizando lo mismo que sus antecesores, aunque poniéndole más pasión al asunto.

Un año, 12 meses, 52 semanas o 365 días que Miguel Herrera los resume en una felicidad incompleta, pero al final sirvió para despertar una «Piojomanía» que admite sin chistar: “Vivo mi momento” y quiere que éste se alargue por mucho tiempo.

Herrera no se califica al hacer un recuento rápido de su proceso al frente del Tricolor, “eso se los dejo a ustedes (los medios), a mis jefes (los directivos de la Femexfut) Yo me siento contento con el trabajo que he realizado y los resultados que hemos entregado, aunque sabemos que pudieron ser mucho mejores”.

Tras suceder a Víctor Manuel Vucetich un día como hoy, pero de 2013, el técnico de 46 años de edad inició su andar en la banca más caliente del futbol mexicano enfrentando dos juegos de vida o muerte contra Nueva Zelanda. La realidad es que los Kiwis no representaron menor obstáculo para acudir al Mundial, pero finalmente en los dos partidos de repesca, ganados por goleada, se logró el boleto a Brasil.

Después de una rápida preparación, llena de polémica y discusión por saber y opinar sobre quiénes serían los llamados, llegó al Mundial donde se realizó una buena primera fase, pasando en segundo lugar del Grupo A, empatando a cero con Brasil y venciendo a Camerún y Croacia. Ya en octavos de final, todo fue lo mismo. A minutos de conseguir el pase, para jugar el ansiado quinto partido, la catástrofe llegó y Holanda, en apenas cuatro minutos, cortó de tajo la ilusión nacional.

“Nos quedamos cerca de pasar a la siguiente ronda, de llegar no al quinto partido, sino al séptimo”, reconoce quien fuera un fiero defensa lateral. “Armamos en poco tiempo una Selección que mostró actitud y determinación en la cancha y ahora seguiremos por ese tenor, porque el compromiso no es por un año, sino por cuatro, con muchos objetivos en medio del próximo Mundial”.

Después de la justa brasileña vino la calma y la esperanza renacida.

Miguel Herrera firmará en diciembre su contrato que lo liga a la FMF hasta el Mundial de Rusia 2018, un certamen en el que espera que México dé el paso que le hace falta.

“En México se hacen muy bien las cosas. Tenemos un buen trabajo en fuerzas básicas que ha dado frutos. Tenemos una Selección Sub-17 muy bien posicionada; una Sub-20 fuerte; tenemos una medalla de oro en nuestra vitrina, sólo hace falta que la Selección Mayor tenga un logro importante, trascendental, eso significaría nuestro crecimiento total”.

Pero el crecimiento que tiene en mente Miguel, va más allá de la obsesión de llegar a cuartos de final, “tenemos que quitarnos eso de la mente, es una cuestión mal entendida. Un Mundial te asegura tres partidos, más otro si calificas, lo que tenemos que hacer es buscar ir más allá. Ganar el quinto y ahí ya aseguras jugar siete, por lo menos ir por el tercer puesto. No podemos conformarnos con ser el octavo del mundo, México debe  pelear por estar en los primeros cuatro y por qué no, pensar  en que podemos llevarnos el Mundial, ¿por qué no?”.