Poco menos de un centenar de estudiantes atendió la convocatoria. Pero fueron suficientes para invadir las principales avenidas de la ciudad en demanda de la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, así como la destitución del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre y un castigo penal para José Luis Abarca, presidente municipal de Iguala y señalado como autor intelectual del atentado letal contra los normalistas.
Los estudiantes fueron convocados por el movimiento #Yo Soy 132 San Luis en un centro comercial de la Colonia El Paseo y en el área de Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, entre las 13:35 y las 13:45 de la tarde de ayer, con la finalidad de realizar una marcha hacia el Centro Histórico, utilizando la lateral de la Avenida Salvador Nava, para tomar la glorieta a Juárez y enfilar hacia el centro de la ciudad.
Las consignas verbales y las leyendas de los estudiantes versaron sobre la urgencia de que las autoridades presenten a los 43 normalistas desaparecidos con vida: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Las voces de los jóvenes reprochaban el abuso de autoridad: “¿Por qué, por qué nos asesinas, si somos la esperanza de América Latina!”. Llevaron consigo carteles con las fotografías de los estudiantes que no aparecen desde el 26 de septiembre, cuando fueron atacados a tiros por agentes de la Policía Municipal de Iguala, y donde seis perdieron la vida y más de una decena resultaron heridos de bala.
En Iguala, los pobladores que se han dado a la tarea de la búsqueda de los estudiantes desaparecidos hallaron decenas de fosas clandestinas, lo que evidencia la violencia homicida de las autoridades y de un grupo de sicarios ligados al PRD y que se hacen llamar “Guerreros Unidos”.
Los estudiantes potosinos contaron con el apoyo, en esta marcha, de una representación de maestros de la sección 26, integrados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Algunos de los estudiantes, entre los que portaban grandes mantas, una de ellas en color morado, se presentaron con vestimentas negras y el rostro encubierto.
Marcharon repartiendo volantes y mostrando sus carteles de protesta a los automovilistas y transeúntes. La Policía Municipal capitalina se aprestó al resguardo de la seguridad de la columna de manifestantes, abanderando la marcha con patrullas y motocicletas.
Concluyeron con un mitin en el Centro Histórico donde reiteraron la demanda: La presentación con vida de los desaparecidos; la destitución del gobernador Ángel Aguirre y el enjuiciamiento del presidente municipal de Iguala, recientemente sujeto a un juicio de procedencia por el que los legisladores de Guerrero le quitaron el fuero constitucional, a fin de que este responda por las acusaciones de autoría intelectual por el ataque letal, el secuestro y desaparición forzada de los estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, de la comunidad de Ayotzinapa.
Reclamaron al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, asumir su responsabilidad con la eliminación de políticas por las que se criminaliza el derecho ciudadano a la protesta y a la oposición.