Dios se fue de viaje, una mirada a Émilie du Chatelet y Gerda Taro

La aristócrata y científica francesa Émilie du Chatelet (1706-1749) y la fotorreportera corresponsal de guerra de origen alemán, Gerda Taro (1910-1937), son las protagonistas en la reciente novela de Beatriz Rivas, Dios se fue de viaje.
En entrevista, la autora explicó que en este libro presenta una novela épica, amorosa, íntima y seductora, en la que rinde homenaje a estas mujeres “que tenían la idea clara de qué querían en su vida”. Se trata de mujeres que sabían “lo que esperaban del mundo, que luchaban contra las injusticias; dos personajes que vivieron sin culpas y que se entregaron a lo que hacían, una a la ciencia y la otra a la fotografía”, explicó.
“Es una novela sobre dos mujeres extraordinarias que las encontré por casualidad, no sé si ellas llegaron a mi vida o yo a la de ellas, pero las conocí por casualidad durante un viaje a París, en exposiciones en museos y cuando vi sus rostros y la obra, una de ellas científica y la otra fotógrafa de guerra, me impresioné.
“Decidí que tenía que escribir sobre ellas, pues son dos mujeres valientes, independientes, con convicciones fuertes, con un camino muy marcado; mujeres muy libres, que viven sin culpa y que se comprometen con el mundo que las rodea”, dijo.
Rivas relató que “estando en la Biblioteca Nacional de Francia, entré por casualidad y me percaté que había una exposición de Émilie du Chatelet y me fascinó; sus cartas, sus instrumentos de física y astronomía, era matemática y física y compré al final su catálogo”.
Señaló que siete años después de este primer encuentro, regresó a París y al visitar el Museo del Judaismo observó la exposición titulada “La maleta mexicana”, que más tarde se presentó en México y en donde dijo haberse encontrado con el rostro de otra mujer fascinante.
“Y resultó ser Gerda Taro, la compañera de Robert Capa, una gran fotógrafa que luchó contra el nazismo, el fascismo, contra las ideas retrógradas antidemocráticas y que fue la primera mujer asesinada cubriendo una guerra civil”, relató.
Destacó que esta novela, que se presentará el 6 de diciembre en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, es un homenaje a todas las mujeres, pero sobre todo su intención fue rescatar sus historias, con seguridad poco conocidas.
La novela hace un paralelismo entre Cirey, comunidad francesa, en 1735 y París en 1934, cuando dos pares de amantes que descubren que Dios en cuanto creó el mundo, tomó su veliz y se fue de viaje, quizá para nunca más volver, dejando tras de sí un orbe de inequidades, prejuicios, violencia, miseria e ignorancia.
Impidiendo el tránsito de la historia feliz de una humanidad que no acaba de entender que ahora Dios está escondido en el conocimiento, en la ciencia, en la razón y en la lucha por la conquista de los ideales como la libertad y un amor a prueba de casi todo, según información en la contraportada de la publicación. Entre Émilie du Chatelet y Gerda Taro existen varios vínculos sutiles y uno evidente: ambas son defensoras de su propia libertad y aman y se dejan amar con vehemencia para poder encontrarse. La primera, rindiéndose a la voluptuosa inteligencia de Voltaire, desterrándose por voluntad propia para estudiar, junto a él, las ecuaciones del universo y el espíritu; la segunda, supeditando el obturador de su gitano Robert Capa a un ideal de igualdad en medio de los horrores del fascismo.
El puente entre ellas será una carta escrita por la matemática francesa en 1749, legando su fuerza a la fotógrafa mártir de la Guerra Civil Española.