A estas alturas de su carrera, María Espinoza no tiene nada que demostrar. Con dos medallas olímpicas y un oro en Campeonato Mundial, la taekwondoín mexicana compite por satisfacción personal y porque le encanta representar a su país.
La sinaloense, quien está próxima a cumplir 27 años, se encuentra a pocas semanas de encarar su tercer ciclo olímpico, un reto que se antoja complicado, pero que motiva día con día a la seleccionada nacional.
Este nuevo ciclo en mi carrera es muy especial y me entusiasma. Estoy concentrada en mi preparación, porque quiero hacerlo bien y comenzar con una medalla en los Juegos Centroamericanos de Veracruz, comentó la número cinco de la clasificación mundial en menos de 73 kilos.
Aunque su experiencia internacional es amplia y muchos la consideran una candidata natural a subir al podio, María se mantiene atenta a los cambios y avances en su disciplina, ya que, actualmente, la tecnología juega un papel importante.
Me mantengo atenta a los cambios en las reglas y a los adelantos técnicos. Los últimos meses han sido de modificaciones en los petos y de mucha adaptación, tanto de los atletas como de los jueces.
En los últimos meses, María ha experimentado buenos y malos resultados, lo cual fortalece su formación como seleccionada nacional.
En marzo de este año, la mexicana decidió dejar de entrenar con el cubano Pedro Gato y trabajar junto con el equipo mexicano. La estrategia parece haber funcionado.
Es un sistema distinto y me siento muy cómoda con los compañeros. El ambiente de trabajo es de camaradería y creo que eso favorece que todos nos sintamos muy motivados para las metas que siguen.
A finales de octubre, María participará en el Grand Prix de Manchester, un certamen donde buscará sumar puntos para el ranking mundial y en el que cerrará su preparación para los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
En Veracruz, donde Espinoza enfrentará la última justa regional de su carrera, la doble medallista no tendrá las cosas fáciles.
Serán duros los Juegos de Veracruz, porque en mi división estará la campeona mundial, Glenhis Hernández, de Cuba, y otras rivales de calidad, como la colombiana Sandra Venegas; es bueno eso, porque la competencia tendrá más sabor y estaré más motivada en los entrenamientos.
De imponerse, Espinoza sumaría su tercera presea centroamericana. Ganó bronce en Cartagena 2006 y oro en Mayagüez 2010.
Longoria a la final. La hegemonía de la mexicana Paola Longoria continúa y está a un triunfo de hilvanar 37 títulos consecutivos, luego de alcanzar la final del Abierto de Racquetbol de Estados Unidos, su compatriota Álvaro Beltrán también avanzó a esta instancia.
La número uno del mundo despachó en tres sets a la colombiana Cristina Amaya, por parciales de 11-4, 11-3 y 11-3, para coronarse por quinta oportunidad en el US Open deberá derrotar a la argentina María José Vargas, quien eliminó a la estadounidense Rhonda Rajsich 11-3, 11-6, 8-11 y 11-0.
Beltrán se instaló en el duelo por el trofeo tras vencer al estadounidense Rocky Carson en cinco mangas de 8-11, 11-8, 12-10, 2-11 y 11-4.
El otro finalista es el líder del circuito varonil, el canadiense Kane Waselenchuk, quien arrolló al local Alex Landa con marcador de 11-4, 11-2 y 11-2.