La estabilidad, la aceleración y la solidaridad son los ejes para que la economía mundial salga de la mediocridad y atienda el reto del desempleo, afirmó la directora gerente delFondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Este viernes en su intervención en la sesión Plenaria de la reunión anual de otoño, que organiza esa institución en conjunto con el Banco Mundial, la responsable del organismo internacional reconoció que ha llevado mucho tiempo a la economía salir adelante, luego de la crisis financiera internacional de 2009.
Además de que en los últimos años el crecimiento económico mundial ha sido mediocre, la directiva del FMI aseguró que esto ha ido de la mano de una crisis de empleos “muy dolorosa”, pues actualmente hay 200 millones de personas desocupadas.
“Está llevando mucho tiempo a la economía mundial salir de lo que cavó la gran recesión. Esperamos que este año la tasa de crecimiento sea de 3.3% y de casi 4% el año siguiente, pero además estamos inmersos en una crisis de empleos muy dolorosa con 200 millones de desocupados. Si todos los desempleados formaran entre sí un país, sería el quinto más grande en dimensión”, explicó la francesa.
Lagarde dijo que es vital que los gobiernos se comprometan a tomar acciones para resarcir el desempleo, pues en el largo plazo se prevé que las personas de 65 años superen por primera vez a las que tienen cinco años, por lo que el actual contexto de desocupación representa un riesgo para afrontar ese cambio demográfico.
Otro aspecto que se ha agudizado como consecuencia de esta crisis es el aumento de la desigualdad, lo que ha contribuido a inhibir el crecimiento económico más incluyente.
La responsable del FMI exhortó a los países miembros del organismo a tomar medidas para continuar apoyando la recuperación económica y restablecer la confianza global.
Christine Lagarde hizo un llamado para que los gobiernos y las empresas actúen con un mayor sentido de ética y prudencia, pues la ausencia de estos elementos también han exacerbado la actual condición económica.
“Necesitamos cambiar la cultura del comportamiento y salir de la mentalidad de miopía que llevó a la crisis. La tendencia que llevó a dar preferencia a los beneficios por encima de la prudencia, del autointerés por encima del servicio, el exceso por encima de la ética”, destacó.
También añadió que la nueva realidad económica exige una respuesta solidaria y cooperativa de todos los países y aprovechar los recursos tecnológicos para mejorar la humanidad y no ir contra ella.
Aseguró que el FMI está en condiciones de apoyar a la estabilidad financiera, jugar un rol clave en la interconexión global y ser un activo más para la recuperación de la confianza.