¿Qué efecto tiene en los demás engañarnos a nosotros mismos?

Hay diferentes maneras de engañarnos a nosotros mismos. Esta es una forma de evadir la realidad para “cambiar” aquello que no gusta o incomoda. Incluso, existe evidencia que demuestra hasta dónde puede llegar la capacidad de autoengaño y cómo influye en los demás.
El autoengaño son falsas creencias sobre las capacidades y forma de ser. Es generalizada en los seres humanos porque las personas sobreestiman constantemente sus talentos, sufren de ilusiones positivas y se niegan a aceptar sus límites», explica un estudio de las universidades Exeter y Newcastle en Reino Unido.
Autoengaño influye en los demás
Este estudio busca explicar cómo afecta la visión de otras personas en el concepto que uno se tiene a sí mismo respecto a las habilidades. Quienes se creen y actúan como superiores a los demás, lo hacen para impresionar a las personas con quienes conviven. Los que confían en exceso en sí mismos, convencen a otros de que somos algo que en realidad no somos. Mientras que aquellos que tienen menos confianza en sus habilidades son considerados como menos capacidades, señala el estudio.
El autoengaño puede llegar a ser perjudicial para quien lo práctica. Ellos están más dispuestos a correr riesgos, lo cual puede llevar a incumplir metas o expectativas. El peligro es que uno acaba inevitablemente por engañarse a sí mismo, afirma Eleonora Dose, una de las investigadoras del estudio.
Contrario a la idea que sostiene que el autoengaño es una forma para sentirnos bien y alcanzar la felicidad. Este estudio evidencia que este es un recurso con el que mentimos mejor a los demás.
Francisco J. Rubia, investigador en neurociencia de la Universidad Complutense de Madrid, afirma que el autoengaño es normal porque el propio cerebro nos miente. Como una de sus funciones es garantizar la supervivencia, distorsiona la información que recibe de los sentidos para crear bienestar. Así se crea un efecto calmante ante cualquier situación de estrés».
La mentira y demostrarse como “superiores” termina por desconectar del presente e ignorar quiénes somos y deseamos ser. Esto puede llevar a asumir responsabilidades con las que tenemos las habilidades suficientes, así como a la frustración o fracaso.
Ante este rasgo común, lo importante es reconocer la realidad; analizar la información y aceptar aquello que resulta difícil. Lo relevante es hacer un acto de honestidad hacia uno mismo, así como aceptar la visión de otras personas para modificar la actitud. ¿Qué piensas del autoengaño?