Norcorea desea nueva etapa de distensión, afirma el Sur

El gobierno de Corea del Sur dijo que el régimen norcoreano de Kim Jong-un muestra una actitud «activa» para «abrir una nueva etapa» de entendimiento en las siempre complicadas relaciones bilaterales.

«Corea del Norte ha tratado de demostrar su actitud activa de cara a mejorar las relaciones» con la inesperada visita de altas autoridades del régimen el pasado fin de semana a Corea del Sur, indicó el Ministerio de Unificación en un informe presentado a la Asamblea Nacional (Parlamento).

El «número dos» del régimen Hwang Pyong-so, vicepresidente de la poderosa Comisión de Nacional de Defensa (CND), acudió el sábado a los Juegos Asiáticos de Incheon junto a Choe Ryong-hae, secretario del Partido de los Trabajadores, y Kim Yang-gon, director del Departamento del Frente Unido.

En esta visita sin precedentes, que llegó previo aviso de solo un día, las autoridades norcoreanas se reunieron con ministros del Sur, en lo que Seúl ya calificó como un «punto de partida» para resolver problemas pendientes.

Hoy, el Ministerio de Unificación ha ido un paso más allá y ha evaluado que Corea del Norte envió la delegación con el objetivo de «abrir una nueva etapa» en las relaciones bilaterales.

De hecho, ambas partes acordaron en Incheon celebrar conversaciones de alto nivel entre finales de octubre y noviembre.

En el informe presentado hoy a los diputados, Unificación también ha analizado algunos aspectos de la política y la economía norcoreanas, como los aparentes intentos de romper el aislamiento y reparar lazos con el exterior mostrados por Pyongyang en los pasados meses.

Seúl cree en este sentido que el régimen de Kim Jong-un «no ha logrado resultados tangibles importantes en cuanto a las relaciones exteriores» a pesar de su mayor apertura diplomática y diversos intentos de captar inversiones y turismo para salir de la constante crisis económica que sufre desde los años 90.

El Ministerio surcoreano apuntó en el informe que «aún existen barreras fundamentales para la recuperación económica» en el país comunista, como el uso ineficiente de los recursos y los obstáculos a la inversión extranjera, en parte por las sanciones internacionales impuestas tras sus ensayos nucleares y de misiles.

Asimismo, en el informe se reconoce que el gobierno totalitario de Corea del Norte es hoy más flexible con los cambios sociales, como la generalización del uso de móviles y los cambios estéticos en la moda, aunque por otro lado ha endurecido sus medidas contra las deserciones y la entrada de contenidos extranjeros.