Mexicanos; de los más propensos a tener hemorroides

Las hemorroides son venas inflamadas y dolorosas que aparecen en el ano o recto, debido al esfuerzo o presión en dicha zona. Son frecuentes en el embarazo, y últimamente se han generalizado por malos hábitos alimenticios que propician obesidad y estreñimiento.
Mexicanos, de los más propensos a tener hemorroides
La incidencia de hemorroides en la población mexicana se encuentra a la alza. Diversos especialistas han llamado la atención al respecto con datos contundentes en la mano, ya que las estadísticas señalan que 65% de las personas mayores de 50 años sufren este problema y, de hecho, se estima que podríamos considerarlo la dolencia más frecuente después del resfriado o gripe común.
Las hemorroides, popularmente llamadas almorranas, “son las venas que se encuentran anatómicamente en el ano y que cuando se dilatan o inflaman se convierten en varicocidades (parecidas a várices, aunque no son lo mismo). Los factores más comunes para su aparición son, actualmente, sedentarismo y estreñimiento, pues generan exceso de presión sobre las venas al momento de defecar”.
Tal es la opinión del Dr. José Luis Rocha Ramírez, jefe de servicios de Cirugía de Colon y Recto del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el Distrito Federal, quien añade que este padecimiento ataca a personas de cualquier género y sector de la sociedad, pero principalmente “a quienes tienen pésimos hábitos nutricionales”.
En efecto, cada vez son más los mexicanos que siguen dieta baja en fibra y vegetales, a la vez que rica en harinas refinadas y grasas, sin olvidar que consumen pocos líquidos y realizan escasa actividad física. Si a esto sumamos que gran parte de ellos se somete a fuerte dosis de estrés, completaremos un cuadro que contribuye a la aparición de problemas como estreñimiento u otros cambios en las deposiciones que, sin duda, afectarán la salud de la porción final del sistema digestivo.
Abunda el especialista: “Las hemorroides son la enfermedad anal más común y la primera causa de consulta en el servicio de Coloproctología. Tan sólo en la Unidad a mi cargo damos atención a 40 pacientes con este problema cada día, y a 1,200 cada mes”.
Características y abordaje médico
Existen dos tipos de hemorroides: internas, que se presentan dentro del ano, concretamente donde comienza el recto, y externas, que ocurren en el orificio anal y pueden colgar por fuera. En general, sus síntomas incluyen:
Comezón anal.
Dolor intenso en la región afectada (especialmente mientras se está sentado).
Sangre roja brillante en el papel higiénico, las heces o el inodoro.
Molestias y dolor durante la defecación.
Percepción de una o más protuberancias duras y sensibles cerca del ano.
Las organizaciones Mundial (OMS) y Panamericana de la Salud (OPS) señalan que la mitad de la población del mundo tiene o ha tenido hemorroides, y no descarta que cualquiera pueda padecerlas en algún momento de su vida. Asimismo, indica, estas lesiones se pueden desarrollar a cualquier edad, aunque la incidencia se incrementa después de los 30 años de edad.
Generalmente, el médico determina la presencia de hemorroides mediante los síntomas descritos por el paciente y el examen del área rectal (exploración proctológica), aunque, de ser necesario, puede solicitar la realización de exámenes de laboratorio (para detectar sangre en heces) o de imagen (con sigmoidoscopio o tubo hueco con cámara que se introduce en el recto), a fin de corroborar el diagnóstico y descartar otros problemas, como cáncer.
El Dr. Rocha Ramírez explica que el tratamiento a seguir dependerá del grado de enfermedad hemorroidal que presente el paciente y su tiempo de evolución. En casos leves puede recurrirse a cremas de venta libre para reducir el dolor, la inflamación y las molestias en general; además, los baños de asiento con agua caliente, durante 10 a 15 minutos, ayudarán a que el enfermo se sienta mejor.
Otras medidas de utilidad para estos casos son: cambio en la dieta (debe incrementarse el consumo de fibra y agua simple), uso de ropa interior de algodón, evitar papel higiénico con perfumes o colorantes (pueden ocasionar irritación) y no rascar la zona afectada.
En cuanto a los casos más graves o en los que el paciente no acude a consulta médica (muchas veces oculta su condición por vergüenza), es muy probable que se requiera intervención quirúrgica, incluso como emergencia (cuando se presenta sangrado rectal intenso).
“La cirugía para corregir las hemorroides se ha satanizado en los últimos años, pues se argumenta que puede ser muy molesta; sin embargo, cuando el padecimiento quirúrgico es efectuado por cirujanos expertos y con ayuda de los nuevos materiales de sutura y analgésicos con que disponemos, la situación es muy favorable para el paciente”, señala el especialista.
Lo mejor es prevenir
El Dr. José Luis Rocha resalta la importancia de que la población mexicana evite la formación de hemorroides, lo cual se consigue llevando.