Vigilancia en “La Bestia” deja a migrantes en manos de delincuentes, observa Cáritas

El éxodo de centroamericanos en San Luis Potosí se redujo a más de la mitad, luego de que el gobierno federal instruyera la operación de fuertes medidas para impedir a los viajeros utilizar el sistema ferroviario.

El secretario general de la pastoral Social Cáritas Diocesana, Rubén Pérez Ortiz precisó que en la presente temporada el número de centroamericanos en tránsito por San Luis Potosí y que han demandado los servicios de la Casa de la Caridad Cristiana-Hogar del Migrante no pasa de 80 personas diarias, en su mayoría originarias de Honduras y El Salvador.

Con anterioridad, el flujo migratorio respondía a números más altos, a razón, en promedio de 150 a 160 personas diariamente.

El sacerdote dijo que esta reducción en una con secuencia directa de las políticas del gobierno federal por las que se ha asegurado que los migrantes no utilicen el ferrocarril denominado La Bestia para acortar sus trayectorias.

Las incursiones de los migrantes, sin embargo, no se han reducido y, es probable que lo que esté ocurriendo es que se ha espaciado la presencia y reducido el número de peregrinos; fenómeno que ha comenzado a estudiarse.

No descuidó que por las mencionadas políticas, el peregrinaje se hace ahora más complicado y peligroso, ya que dadas las condiciones económicas de los viajeros, realizan marchas de mayor distancia y lo hacen de manera preferente por las noches o temprano en las mañanas para evitar insolaciones, lo que significa una mayor exposición al riesgo.

La eficacia de medida gubernamental, y el argumento humanista expuesto por las autoridades, además de incrementar los riesgos de tránsito hacia los Estados Unidos, pone en manos de los traficantes de humanos, “polleros y coyotes”, como se les llama, a la mayoría de quienes viajan en estas condiciones ya que, al eliminarse este modo de transporte, ciertamente peligroso, tienen que recurrir a ellos para realizar sus traslados.

Con esto, dijo, en realidad lo que se impone es, para estas personas que han salido de sus lugares de origen por causa de la pobreza, por ausencia de oportunidades de desarrollo y aún por la violencia social o institucional, se ha impuesto literalmente “La ley del más fuerte, del que tiene más recursos para trasladarse a lo largo del país, desde la frontera sur a la norte” y se ha terminado por afectar a aquellos que, desvalidos, habían venido montándose en el lomo de La Bestia.

El sacerdote indicó que en San Luis Potosí, la Casa de la Caridad Cristiana ha contado con el apoyo de las autoridades federales, estatales y municipales, con lo que se han reducido, afortunadamente los incidentes relacionados con los migrantes, incluyendo los que se han generado en el entorno del albergue, ubicado en el complejo Barrio de Tlaxcala, en la capital potosina.