Reforma acaba con la educación tecnológica

Mano de obra barata. Y no capacitada, para que sea todavía más barata. Esa es la oferta del «gobierno» de EPN a los inversionistas extranjeros. Traigan su dinero, erijan plantas productivas, les regalamos terrenos, agua, energía y paguen salarios de miseria: por no estar instruida, la masa laboral es acrítica y está sometida al control de sindicatos charros, paleros.
Lo intentaron en el IPN. Y su comunidad lo detuvo, aunque aún no lo impide.
Pero ya lo llevaron a cabo en todas las escuelas dependientes de la Dirección General de Educación Tecnológica (DGETI) de la SEP, merced a la Reforma Educativa Integral de la Educación Media Superior (REIMS).
Me lo explican:
Caracterizaba a la educación tecnológica el apoyo e impulso a la actividad productiva. Ese propósito se ha sepultado, degradado o diluido.
Las especialidades tecnológicas que impartía, tendían a vincularse con los requerimientos de las economías locales y regionales del país, mediante las modalidades de Bachilleratos Tecnológicos y de Técnicos Profesionales Especializados, así como una oferta educativa diversa y plural.
Los Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS), como los Centros Tecnológico Industrial y de Servicios (CETIS), respectivamente, cumplían con esa finalidad estratégica de la educación tecnológica, hoy obsoleta o desactualizada y, en consecuencia, desarticulada con la realidad. Con ellos, se apoyó el crecimiento y expansión de la actividad económica del país. Los CBETIS formaron a jóvenes con vocación tecnológica y, a su vez, fomentaron la aspiración de quienes legítimamente buscaban continuar estudios de educación superior. Los CETIS propiciaron la formación de técnicos profesionales calificados que la industria y los servicios demandaban.
Hoy, en la práctica, los CETIS han desaparecido y, los existentes, operan y funcionan como CBETIS, sin los contenidos ni la fortaleza curricular correspondiente. Esa degradación la ocasiona la reducción horaria de las materias tecnológicas, asícomo su desvinculación con la utilización de maquinaria y equipo digitalizado que emplean crecientemente la planta industrial y los servicios.
Así, la impartición marginal de las especialidades tecnológicas a partir del segundo semestre de la educación media superior, se realiza mediante un sistema modular y sub-modular que fracciona el conocimiento, disociando los procesos de la totalidad existente en la diaria realidad, en aras de alcanzar volátiles competencias y habilidades para el educando, como máximo resultado de su formación escolar.
A esas circunstancias de gestión académica prevalecientes en la DGETI, hay que sumar la dilución de la cultura humanista, comprimida en la materia denominada Ciencia, Tecnología y Valores. De modo que, en un riguroso análisis la Historia, la Filosofía o la Lógica desaparecen para el alumnado, por lo comprendido de dicha materia, con lo cual su capacidad de ubicación y reconocimiento de su entorno aquí y ahora es, en los hechos, nulo. No hay, de ese modo, condiciones para propiciar la formación del hombre con capacidad para pensar por cuenta propia el mundo y la vida.
Con esa deficiente preparación académica y baja calificación tecnológica, los egresados de la DGETI no son aptos ni para continuar seriamente con estudios superiores, ni para colocarse en los exigentes mercados laborales. La REIMS ha despojado al país de los CETIS y ha privado a la industria y los servicios de los Técnicos Profesionales. A las familias y a la sociedad, vinculada a la educación tecnológica que imparte la DGETI, les ha impedido acceder a mejores niveles de bienestar y, contrariamente, los ha hecho vulnerables ante la delincuencia organizada.
Ese modelo educativo sustentado en una visión y práctica modular de las especialidades tecnológicas, así como la desaparición o simplificación de grados académicos instituidos en la DGETI, ahora, mutatis mutandi, se pretende ensayar y poner en marcha en el IPN, precisamente por el mismo equipo que lo instaló en esa Dependencia de la educación media superior, encabezado por Dafnny J. Rosado Moreno, ahora desde la plataforma de la revista Innovación Educativa y la Secretaría Académica de ese Instituto.
La Reforma Educativa camina… hacia atrás.
DE BURROS A ENFERMOS
Cuando Alejandro Encinas –aquí entre nos, el más obediente de los cercanos a AMLO– ordenó que metieran, encajuelado, a San Lázaro al dipunarco michoacano hermano de Leonel Godoy, para esconderlo atrás de las curules, jamás se imaginó las repercusiones que iba a tener su «arrojo» ?cómplice.
Ahora, es el flamante presidente de la Mesa y coordinador de la bancada amarilla, el inteligente y audaz diputado Silvano Aureoles, quien busca la mano de Doña Leonor en Michoacán –y se la van a dar por méritos impropios–, quien comete la segunda burrada,? digna del mejor aborto de Serrano Limón, aquél tristemente célebre pudibundo de Pro Vida.
Propone el pobre de Aureoles que las secretarías de Defensa, Marina, el CISEN, la PGR y todos los órganos de inteligencia le apliquen el polígrafo y el detector de mentiras?, más lo que se agregue, but of course, a todos los candidatos de todos los partidos, «porque luego nos llevamos sorpresas» (¿nos, Kemo Sabi?)
Vamos a hacer de cuenta que no lo oímos ni tampoco leímos sus declaraciones, en pro de la vida civilizada y el respeto al interés público, señor diputado.
El hecho de que su partido haya cometido esos despropósitos no alcanza para querer militarizar la vida política. Demasiado tenemos que lamentar ya con Tlatlaya, Iguala, Tierra Caliente y Oaxaca, entre otros.
Lo que hace Aureoles para ponerse el huarache y quedar bien en Los Pinos?, es propio de mentecatos, y de los que rinden culto al patrón y se despiden de su borrachita porque los mandaron llamar a la capital. No de quien quiere lidiar, sin calzones, con un estado bronco, como sin duda es Michoacán.
¿Por qué todo mundo quiere que se solucionen las cosas, sólo para olvidar sus errores? ¡Demasiadas desgracias suceden a diario para todavía hacerles caso a enajenados e ignorantes enfermos de poder?!
Índice Flamígero: Expectación excesiva. Un raro caso en que se impone el mercado de productores sobre el mercado de compradores. Inusual, inédita, la demanda saturada de boletos en taquilla electrónica para un estreno teatral que, dice la productora Ocesa, «hará época». Políticos de ambos sexos, del pasado reciente y de la actualidad se arrebatan la oportunidad de acudir al estreno de la obra «Sin Censura», que marca la reaparición en México del cubano William Levi y la actuación de algunos galanes jóvenes de la pantalla chica, como David Zepeda y Salvador Zerboni, íconos generacionales, toda una camada de relevo. Los espectaculares en calles de la ciudad, sugerentes y atrevidos, muestran una pléyade de “actores”, con el torso desnudo y gestos provocativos que revivirán los sonados éxitos de finales de los ochenta,» Chippendale?» y «Sólo para mujeres», que marcaron un hito en la sociedad mexicana del «destape». Ojalá sea para bien del espectáculo y no para exhibir flaquezas, debilidades y adicciones de personajes de la vida pública, pues ¡sería el colmo! Bastante hemos aguantado verdades crudas, sin derecho a obtener ninguna recompensa en desagravio social. Por cierto, todo parece indicar que la Línea 12 a Tláhuac, empezará a funcionar a principios del 2016. ¿Qué le parece? + + + Hay más fosas en Iguala.