Maldito petróleo

Mexiquito de mi vida y de mi amor. ¿Por qué siempre tienes que tomar en cuenta el precio del petróleo para decirnos cuánto vas a crecer?
Espejito, espejito, ¿quién es el más vanidoso de los países latinoamericanos que siempre quiere a su petróleo para verse bello y rozagante?
Ya basta México! Ya resulta tedioso que los funcionarios digan que ahora el precio del petróleo va a bajar y por eso no habrá el billete necesario para cubrir los gastos. Y cuando México no había descubierto el petróleo, ¿cómo le hacía para sobrevivir?
Pues vendía los plátanos de Tabasco, la plata de Taxco, el tequila de Jalisco y se abrían fabricas en Tamaulipas. Nadie se preocupaba del maldito petróleo.
Todos vivían en paz y había menos carros y la gente caminaba mas, usaba sus bicis y pedía raid. No pasaba nada si no se usaban los carros, ni pasaba nada si las familias tenían un solo carro.
El maldito petróleo ha sido la maldición de los mexicanos, ojo que digo de los mexicanos y no digo de México. Porque siempre ha habido vivales que usan los recursos de los países para su beneficio propio. Y luego sale un vivales que inventa un carro que camina con basura así como la película de Regreso al futuro y en unos meses desaparece esa persona. Y si por ahí hay otro que inventa una maquinita para generar electricidad, también lo desaparecen. Somos esclavos.
Esa es la verdad. El sistema nos obliga a usar los carros, la luz en esa forma cara y primitiva y pagar intereses por el dinero, cuando el dinero no vale nada. Si el dinero valiera algo, estaría respaldado por oro o por otro metal precioso, pero en estos momentos ningún país respalda su moneda con oro o plata.
Así que el dinero del que usted paga intereses, no vale nada y a usted lo tienen como esclavo pagando mensualmente. Despierte querido cuate!
Lo único que puede tener de valor es lo que usted haga por usted y sea algo tangible. Así como un aguacate que siembre, un horno para leña que usted construya, un sistema de riego que logre poner a funcionar, un pozo para que tenga su propia agua, una casa que usted pueda construir con sus manos y con la ayuda de sus amigos.
Eso es algo que en verdad genera riqueza para usted y los suyos. Cada vez que vaya a cargar gasolina para su carro, enriquecerá a otro y además será cómplice de sangrar a su planeta que es su casa. Abra su conciencia, no se duerma!.