Familias sufren violencia, inestabilidad e irregularidad, observa Iglesia Católica

Si los católicos se empeñan en no ajustar sus actos a los Evangelios, en no poner en práctica los valores y los mandatos cristianos, advirtió el Vicario General de la arquidiócesis de San Luis Potosí, dejarán de ser “el pueblo elegido por Dios”.
Con la instalación del sínodo en Roma y la convocatoria del Papa Francisco a los 161 sinodales reunidos, la Iglesia Católica encara los retos de la familia actual: la violencia intrafamiliar, la inestabilidad e irregularidad de las uniones y la homosexualidad entre otras pero, sobre todo, lo subrayó el propio pontífice, el desapego a estos problemas de los sacerdotes católicos.
En San Luis Potosí el Vicario General, Gerardo Vaglienty Rivera consideró que el desafío central se refiere a la irregularidad en la unión de las parejas, algunas de las cuales no han recibido el sacramento del matrimonio por ser divorciadas, otras se mantienen unidas sin consagrar el matrimonio, porque no lo quieren así y algunas más –dijo—, porque no pueden, por razones económicas.
Dijo que el sínodo de Roma inaugurado por el Papa Francisco constituye un profundo desafío para la Iglesia Católica, para resinsertarse en el mundo de la realidad actual en el marco de su responsabilidad con la comunicación del Evangelio de Jesucristo y la abierta disposición de contribuir con la restauración y fortalecimiento de los valores humanos.
En Roma, el Papa Francisco llamó a los sinodales a sustraerse de la vanidad, de la soberbia, pidiéndoles que eviten caer en esquemas de competencia para demostrar quién es más inteligente, quien tiene el mejor discurso, urgiéndolos a la toma de compromisos y decisiones sencillos y prácticos frente a la urgencia social.
El llamado a la Iglesia Misionera, va en serio. La misión de la Iglesia es la de comunicar al hombre la verdad del Evangelio, la palabra de Dios, dijo.