Ayer, temprano, los feligreses comenzaron a reunirse frente al Templo de San Francisco, acompañados por sus mascotas, algunas de las cuales, especialmente los perros, llegaron luciendo sus mejores galas o, simplemente, bañados, peinados, con el pelo brillante.
Y es que, la nublada mañana de ayer habían sido convocados a las puertas de la Iglesia donde serían bendecidos por el franciscano Mariano López Ávila, quien explicó el motivo de esta ceremonia por la que se recordó a San Francisco de Asís, el santo protector de los animales.
Por iniciativa de la Organización de Protección Animal se instituyó en Viena el Día Mundial de los Animales; este se ha venido celebrando desde el año de 1929; en 1980, el Papa Juan Pablo II declaró a San Francisco de Asís como santo protector de los animales… y de los ecologistas.
Durante la ceremonia de ayer, los animales fueron rociados por el fraile con agua bendita y, luego, sus dueños sujetándolos con correas o, en algunos casos, cargándolos, ingresaron al templo para presentarlos ante un altar iluminado y, posteriormente, frente a una mampara en la que se colocó a Francisco de Asís.
Mariano López Ávila explicó la necesidad de extremar cuidados, cariño y respeto a los animales reconociéndolos como una creación de Dios; instó a los propietarios de mascotas a tratarlos con la dignidad con la que debe tratarse a todo ser viviente y a la naturaleza.
Con palabras sencillas, el fraile franciscano, se fue comunicando con los propietarios de mascotas congregados en el jardín Guerrero, que también se conoce como Plaza de San Francisco. Aunque, en su mayoría se registró la presencia de perros de distintas razas, desde los minúsculos chihuahua hasta dálmatas y golden retrevier, también se pudieron ver gatos, periquitos australianos y canarios. Luego de que los primeros ejemplares recibieran el agua bendita, Simón, el huracán, se aprestó a ayudar. Hacia las 11:20 de la mañana y pasado el mediodía, cayó una lluvia abundante sobre la ciudad.
En el Jardín, y en torno de la fuente principal, se fueron instalando, bajo toldos ahulados, los vendedores; todavía no terminaban de acomodar sus vendimias cuando se presentó, fuerte, la lluvia que anegó no pocas calles del Centro Histórico de San Luis Potosí.
Para estos casos, se ha previsto una oración para bendecir a las mascotas en casa:
“Bendito tú eres Señor Dios del universo. En tu infinita sabiduría tu creaste el universo y nos bendeciste con todas las criaturas vivientes/ Yo especialmente te agradezco por confiarme a mi mascota, mi amiga, que me trae tantas alegrías y cuya presencia muchas veces me ayuda a través de los tiempos difíciles./ Por favor, bendice a mi mascota y hazme un guardián responsable de tu criatura”.