«Inevitable, romper con López Obrador»: Zambrano

Andrés Manuel López Obrador se iba a ir tarde o temprano del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y aunque con ello se llevará una porción de militantes, la sangría se compensará con la simpatía que despierta el nuevo rostro del sol azteca entre la clase media, el empresariado y un sector intelectual, confía Jesús Zambrano Grijalva.

En entrevista con un Diario de circulación nacional Zambrano hace un balance de su gestión de tres años y medio al frente del PRD.

“Hubo un cambio de paradigma del papel y del comportamiento del PRD en muchos sentidos. Nuestras decisiones generaron estremecimientos internos, en particular en lo que se refirió a lo que fue nuestra participación en el Pacto por México”, describe.

“Pero no fue menos en el interior del PRD lo que significó previamente el no haber ido en coalición con el PAN en el Estado de México en las elecciones de 2011. Luego asumir la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, con quien el PRD había tenido un evidente distanciamiento, prácticamente de separación, en las elecciones de 2009. Lo asumimos todo eso con plena convicción de que era lo que podía en su momento generar mejores condiciones para un despliegue unitario del partido”, analiza.

Luego, “el Pacto por México fue sobre la base de no continuar en la lógica que Andrés Manuel le gustó imponer al movimiento que había formado, de reeditar lo que había sucedido en el sexenio de Felipe Calderón, el no aprovechar el capital político obtenido en las elecciones y ponerlo al servicio de la sociedad, como era nuestra convicción, sobre la base de un acuerdo político. Ahí vino la ruptura principal con viejos comportamientos del PRD y eso provocó una convulsión interna que duró prácticamente un año”, sostiene.

¿Fue la ruptura con Andrés Manuel López Obrador?

Fue el punto de ruptura con paradigmas anteriores. Buscábamos dar una visión de una izquierda diferente, nueva, con propuesta de solución a los problemas del país, dispuesta a acordar como oposición y desde ahí ganarse la confianza de otros sectores.

¿Qué se lleva Andrés?

Nuestros malquerientes dicen que vamos a llegar en situación crítica, un resultado muy malo, negativo y pésimo en las elecciones de 2015. En los hechos, el PRD muestra que estamos en una ruta en la que si bien podemos perder en el electorado un sector que puede estar identificando con Morena, estoy convencido de que al mismo tiempo hemos ganado simpatías en sectores todavía más amplios de los que podríamos perder, de clases medias, empresarios, intelectuales están viendo con mucha simpatía este comportamiento nuevo del PRD.

¿Le duele la salida de Andrés?

No la festejo. En algún momento teníamos que romper con López Obrador porque nosotros no estábamos dispuestos a ceñirnos a esta línea de oposición a ultranza de ‘no’ a todo.

¿Le apena la crítica por el acercamiento con el presidente Enrique Peña Nieto?

Sí molesta, no me apena. Yo no hice nada indebido, ni acordé ni firmé nada que lastimara los planteamientos del PRD. Me duele que te acusen de entreguista y de gobiernista, y que no ocupen argumentos para demostrar esa afirmación. Nos quieren dar clases de qué es ser oposición o de lo que debe ser la izquierda, cuando nosotros venimos de décadas, yo me siento orgulloso de ser de esa generación que parió el 68, que construimos desde la clandestinidad y, en mi caso, con las armas en la mano pasando por la cárcel, pero construimos un nuevo sendero para el país y sabemos lo que es ser izquierda radical con todas sus consecuencias, jugándonos la vida.

¿Se ve como líder de la fracción del PRD en la Cámara de Diputados, a lado de Gustavo Madero en el caso del PAN, aliados en el Pacto por México?

Lo digo con toda honestidad política e intelectual: voy a asumir las tareas que me encomiende el partido. Desde luego de aquí al 2015 veremos si me incorporo a buscar regresar a San Lázaro, no me desagradaría. Pero yo soy gente de equipo, no tomo mis decisiones solo. Es un asunto que tenemos que platicar y valorar, si conviene que regrese a la Cámara de Diputados, lo haré con gusto. No me gusta caer en el futurismo subjetivo.

¿Ni irse al equipo de Miguel Ángel Mancera?

No he recibido ninguna invitación, ninguna insinuación siquiera del jefe de Gobierno Miguel Mancera. Tampoco me gusta armar castillos en el aire.

Hoy es la elección del próximo presidente del PRD, su sucesor, ¿cómo la avizora?

Espero que sin sobresaltos, simplemente.

¿No se mancha a Carlos Navarrete que no haya otro candidato que se le oponga?

Todavía no sabemos (viernes por la tarde) si se van a registrar otros candidatos o no. Si no lo hacen, están en su derecho. ¿Por qué lo mancharía si nadie quiere contender con él?

Ya ve a José López Portillo, que no tuvo adversarios en las presidenciales de 1976…

No estamos en un partido de corte autoritario, sino democrático. Si otros dicen que ante los resultados de la elección de consejeros (que favorece a Nueva Izquierda con 70% del Consejo Nacional) ‘para qué me inscribo, mejor hacemos un acuerdo’, pues no veo que haya riesgo de mancha alguna. Mancha si hubieran salido mal las elecciones o alguien hace su pancho este