Los Museos Capitolinos de Roma presentaron hoy la exposición «Los colores del dibujo» del pintor Giambattista Tiepolo, que exhibe las creaciones de uno de los principales artistas venecianos del siglo XVIII y de sus hijos, Giandomenico y Lorenzo.
La muestra, abierta desde hoy y hasta el 18 de enero, se compone de un total de 97 piezas y persigue transmitir al público la visión pictórica de Giambattista Tiepolo y de sus hijos, que representan con su producción el último gran ejemplo de una secular tradición veneciana de talleres de arte familiares.
«Cualquiera no interesado necesariamente en la historia del arte puede encontrar en la muestra cosas atractivas y ver cómo funciona la máquina productiva del artista veneciano más importante del siglo XVIII», explicó el comisario de la exposición, Giorgio Marini, al detallar qué ofrece la colección al visitante.
En esta línea, la muestra pretende que el público intuya el funcionamiento del taller del pintor veneciano y que vislumbre, a través de varios tipos de dibujos, cómo Giambattista Tiepolo creaba sus famosos frescos.
De este modo, la exposición refleja una visión completa de todos los aspectos del dibujo como técnica artística.
«Mediante creaciones muy inventivas, expresivas, narrativas y de estudio, la colección busca transmitir cómo la idea del dibujo tiene en realidad muchos niveles de significado» , resaltó el comisario.
La muestra reúne en cuatro secciones dibujos y aguafuertes del padre y los dos hijos, con la intención de recalcar la labor continuadora de Giandomenico y Lorenzo Tiepolo.
«A través de estas técnicas, los hijos deben imitar, duplicar, documentar el arte del padre», señaló Marini al referirse a la aspiración de los descendientes de Giambattista Tiepolo de alcanzar el nivel artístico del progenitor y de crear una marca de fábrica a través del dibujo.
La primera de las secciones que integran la exhibición, «Idea, proyecto, composición: los paradigmas de la figura», se consagra a la «mecánica» del dibujo y ofrece un recorrido a través de las distintas técnicas pictóricas utilizadas por el artista veneciano y sus hijos a lo largo de sus carreras.
Otro de los aspectos centrales en la obra de Giambattista Tiepolo es recogida en la segunda de las secciones: la ironía.
Las obras que integran «Caricatura y esoterismo: los caracteres de la ironía» muestran el universo humano existente en torno al artista desde una perspectiva «aguda» mediante una serie de retratos dotados de una «imprevista carga emotiva».
«La de Tiepolo es una ironía bienintencionada que acoge los defectos de la humanidad que lo rodea. No se trata de una ironía hiriente sino benévola», matizó Marini.
El fraile panzudo o El gentilhombre que se duerme en una silla son algunos de los principales ejemplos del ingenio de Giambattista Tiepolo, cuyo objetivo era siempre «la ironía pero no la crítica».
La tercera de las secciones, «Visiones de la Arcadia: paisaje, naturaleza y mito», reúne una colección de piezas en las que los artistas plasman con maestría los efectos de la luz y del aire sobre los objetos.
«A la antigua: decoraciones y diseño», la cuarta y última de las secciones de la exhibición, busca exaltar la atención al detalle, que siempre caracterizó la obra del pintor veneciano.
En estas obras, el autor y sus hijos acometen una reflexión sobre la antigüedad que juega entre dos planos, el simbólico y la realidad cotidiana, de lo que es un claro exponente los Jarrones.
Además de los 90 dibujos que constituyen el centro de la exposición, la muestra cuenta también con siete pinturas, entre las que destacan La tentación de San Antonio y Abraham y sus hijos, junto con otras obras descubiertas más recientemente.
Entre estas últimas creaciones atribuidas a los artistas destacan un pastel de Giandomenico Tiepolo que imita una obra del padre y un retrato de una niña de Lorenzo Tiepolo llevado a cabo en Madrid.
Todas estas piezas permiten penetrar en la dinámica del lenguaje de la familia Tiepolo para revelar una fertilidad imaginativa excepcional y una innovación constante.