Javier Razo con mucho optimismo

Con un gran optimismo y justo en medio de su cumpleaños número 27, el piloto Javier Razo, representante de la Escudería Mikel’s – Seman Baker, ha recibido como regalo innumerables muestras de apoyo por parte de todos los integrantes del deporte motor en nuestro país y fuera de él dándole ánimos para salir adelante en este inconveniente de salud por el cual atraviesa en estos momentos.
El conductor del auto Stock con el 83 como número de competencia, mantiene su retiro momentáneo de las pistas por encontrarse inmerso en un fuerte tratamiento en contra del cáncer. Hasta el día de hoy, Javier Razo ha pasado por 7 de las 21 sesiones de quimioterapia que le han sido recetadas y, pese a ello, conserva por completo el buen ánimo que siempre le ha caracterizado y un deseo incontenible por recuperar su salud para regresar a la actividad dentro del deporte que tanto le apasiona y del cual es un protagonista importante: el automovilismo.
“Hoy es mi cumpleaños. Llego a 27 años de edad y como nunca estoy agradecido con la vida pues nunca siquiera imagine el tener el apoyo de tantas personas. Es impresionante el recibir a lo largo de todo el día llamadas, correos, mensajes de texto y felicitaciones personales con las más inesperadas muestras de apoyo. Si bien cayó en mí una de las enfermedades con peor reputación y trunco momentáneamente parte de mi vida y de mí carrera deportiva, estoy muy agradecido con la oportunidad de vivir, de poder luchar por esa vida que me fue otorgada y, por sobre todas las cosas, por darme cuenta de todo lo que hay a mi alrededor y de lo muy valioso que significa ese entorno en el cual se engloba a la familia, a los amigos, a los aficionados y a todo aquello que se suele hacer cotidianamente para ganarse la vida y superarse.
“Más que nunca sé el inmenso valor del aplauso que en uno u otro autódromo me han brindado los aficionados. De hecho, es tal su valía que en estos periodos de enfermedad, justo en los peores momentos, con tan sólo recordar esos instantes encuentro la fuerza para seguir adelante y el deseo por volver a vivirlos me hace tener la aptitud para superar cualquier tratamiento o medicamento. Ya ni les digo de lo mucho que he llegado a valorar a la familia, a los amigos o a las diferentes actividades que antes hacía y que hoy momentáneamente no puedo… La enfermedad duele y trae momentos muy malos, sin duda alguna, pero de verdad que no saben el increíble crecimiento emocional y la enorme fortaleza mental que he ganado desde que me enteré que era portador.