José Luis Abarca Velázquez, presidente municipal de Iguala desde 2012, tiene antecedentes que lo relacionan con crímenes contra activistas en Guerrero.
Cuestionado por no estar enterado de la violencia que desembocó en la desaparición de 57 estudiantes normalistas en la madrugada del 26 y 27 de septiembre, organizaciones sociales exigen la renuncia del edil perredista. Exigencia que sucede por segunda vez en su mandato.
En junio de 2013, la Procuraduría General de Justicia de Guerrero (PGJG) investigó al edil señalado como presunto autor intelectual del asesinato de tres activistas del Frente de Unidad Popular de Iguala, entre ellos, su líder Arturo Hernández Cardona.
Incluso el Congreso local exhortó entonces al alcalde a solicitar licencia al cargo para “no entorpecer” las investigaciones del multihomicidio. Ante ello, José Luis Abarca advirtió que no renunciaría porque aseguró no tener “nada qué ver en ello (el crimen)”.
Durante los primeros meses de 2014 dicho Frente, que aglutinaba a unas diez organizaciones sociales defensoras de derechos humanos, se separó debido a hostigamiento, amenazas e intimidaciones que tras los homicidios recibieron sus integrantes, por parte de Abarca Velázquez, según denunciaron en medios locales.
Durante violencia, baile
José Luis Abarca, afirmó no estuvo enterado de los enfrentamientos porque él se encontrababailando con su esposa durante un evento del DIF, dijo en una entrevista de radio.
El alcalde narró que no se enteró de la actuación de los uniformados hasta que le llamó su secretario particular para informarle que normalistas se habían llevado unos camiones y que había disturbios.
«Me comentan que venían encapuchados y golpeando a la gente y arrebatándole los bolsos, eso fue lo que me informaron», dijo.
Entrevistado por un Diario de circulación nacional, el alcalde de extracción perredista dijo que está dispuesto a ser investigado por las instancias correspondientes, y no consideró inverosímil que siendo el edil de Iguala haya sido el último en enterarse de las balaceras perpetradas por elementos de la policía municipal y un presunto comando. Descartó renunciar al cargo.