La visita de Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Senadores para entregar 2.7 millones de firmas y solicitar una consulta popular contra la reforma energética generó polémica con el presidente de la Cámara Alta, el perredista Miguel Barbosa Huerta.
De acuerdo con fuentes del Senado consultadas, el protocolo acordado con los representantes del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Gabriel García y Rodrigo Ávila, respectivamente, establecía un encuentro institucional entre Barbosa Huerta, el ex candidato presidencial y Martí Batres, presidente de Morena.
Según el programa, López Obrador y sus acompañantes darían un saludo a los integrantes de la Mesa Directiva; entregarían las firmas a los encargados del área de Servicios Parlamentarios de la Cámara Alta, con la presencia del notario público número 108 del Distrito federal y harían uso de la palabra.
Sus lugares estaban designados del lado izquierdo del salón junto a los integrantes de la Mesa Directiva.
Pero los representantes de Morena llevaron al político tabasqueño y sus acompañantes al lado derecho, donde ellos mismos colocaron en una hilera de estantes las 136 cajas con las firmas, y comenzaron a dar un mensaje, sin que esto se hubiera negociado previamente.
De acuerdo con los testimonios recabados, personal de Servicios Parlamentarios se acercó a Martí Batres para comentarle que el presidente del Senado Miguel Barbosa lo esperaba, pero éste no atendió el llamado.
Ante la escena, Barbosa y los vicepresidentes del Senado, Arturo Zamora (PAN) y Lilia Merodio(PRI), decidieron abandonar el salón. Martha Palafox (PT), secretaria de la mesa, se quedó en el lugar.
Pide cortesía
Barbosa dijo después que lo hecho por López Obrador era una falta de respeto no para el PRD sino al Senado y las instituciones. “Pero sin duda que esto habla de que el respeto a las instituciones no es su fuerte… Es una grosería.
