El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, pidió hoy a Rusia que retire a sus efectivos militares de la frontera con Ucrania y que cese su apoyo a los separatistas.
El líder aliado insistió en que el presidente ruso, Vladimir Putin, repliegue a las fuerzas que ha ubicado en la frontera oriental ucraniana, en una intervención previa al inicio de la cumbre que hoy y mañana celebra la Alianza Atlántica en la ciudad galesa de Newport.
«Lo que cuenta es lo que en estos momentos está pasando sobre el terreno», dijo el político danés a la prensa, al tiempo que subrayó que Moscú sigue desestabilizando al país vecino.
«Les seguimos pidiendo que retiren las tropas de la frontera ucraniana, así como el flujo de armas y al apoyo a los rebeldes, y a que se comprometan con un proceso político constructivo, y a que hagan un auténtico esfuerzo para facilitar una solución pacífica a la crisis en Ucrania», agregó.
El secretario general de la OTAN reiteró que «estamos viendo cómo desafortunadamente la presencia rusa está desestabilizando la situación en el este de Ucrania».
Señaló que la cumbre de Gales, de la que es anfitrión el primer ministro británico, David Cameron, se celebra en un momento «crucial» por las diversas crisis internacionales: «En el este (de Europa), Rusia está atacando a Ucrania».
Igualmente se refirió a «la creciente amenaza de la organización terrorista Estado Islámico, que ha cometido atrocidades terribles» y a la «violencia, inseguridad e inestabilidad» de Oriente Medio y el norte de Africa.
Rasmussen subrayó que los aliados darán en los próximos dos días «importantes pasos para contrarrestar esas amenazas y reforzar su defensa», con medidas como la adopción de un plan de reacción inmediata que «mejorarán la capacidad de actuar con rapidez para defender a nuestros aliados cuando sea necesario».