Fallas de L-12 por planeación, diseño y operación

La empresa Systra concluyó que en la problemática de la Línea 12 hubo fallas desde la planeación, diseño, construcción y operación de este transporte y reiteró que los trenes no corren de forma correcta en las vías. La información se da a casi seis meses de que se suspendió el servicio en 11 de las 20 estaciones.

Enlistó 32 medidas correctivas que incluyen el cambio en el perfil de las ruedas de los trenes, amolado de rieles en el tramo elevado, la modificación del trazo de las curvas 1 y 2 (ubicadas en la terminal de Tláhuac), renivelación de la vía, así como la sustitución de 312 mil piezas como durmientes, balasto, fijaciones y soldaduras.

Además, en las curvas de radio menores de 350 metros se tendrán que sustituir 14 mil metros cúbicos de nuevo balasto con norma europea, 15 mil metros de riel con perfil U1C60, cambiar el peralte de 160 milímetros a 100 milímetros en 15 curvas, así como 12 mil durmientes con nuevas especificaciones.

La fabricación de los materiales ya inició y, dependiendo de esto, las autoridades del Gobierno del Distrito Federal (GDF), junto con personal de Systra, articulará el programa y calendarización de los trabajos. No se dio una fecha de reapertura ni el costo económico para la elaboración de los materiales; tampoco se dijo quién los pagará.

Ante esto, el secretario de Obras del DF, Alfredo Hernández, durante un mensaje que leyó en la sede del gobierno capitalino, mencionó: “De manera general podemos concluir, del estudio de Systra que hubo una serie de fallas en la planeación, diseño, construcción y operación de la línea. No se inscribe correctamente el buggie en la vía y hay un problema de interfaz rueda-riel en curvas menores a 350 metros, aunado a que el tren, por su peso, induce esfuerzos extraordinarios a las vías, deteriorándolas y reduciendo su vida útil”.

Todas estas acciones correctivas, afirmó, buscan reducir la energía disipada en la vía y reforzarla para que absorba de mejor forma dichos esfuerzos “con el objeto de controlar el desgaste ondulatorio dentro de los márgenes comunes”.

Colás Martinet, vicepresidente de Systra para América Latina, confirmó la hipótesis planteada de que los trenes no inscriben de manera correcta en los rieles.

Indicó que hubo defectos de concepción del proyecto en el tren y la vía, defectos de calidad en elementos de vía así como en la realización, pero también deficiencias en el mantenimiento desde la puesta en operación hasta la suspensión de la Línea 12, así como una falta en la gestión para atender la problemática detectada como fue el desgaste ondulatorio.