El ex presidente salvadoreño Francisco Flores, quien se encontraba prófugo desde hace varios meses, quedó el viernes bajo arresto domiciliario para enfrentar cargos de enriquecimiento ilícito y peculado, horas después de que se entregó voluntariamente a la justicia.
Flores, quien gobernó a El Salvador entre 1999 y el 2004, es investigado por el supuesto desvío a sus cuentas de 15 millones de dólares que fueron donados por el Gobierno de Taiwán como ayuda tras dos terremotos que sufrió el país centroamericano en el 2001.
«El juez decretó arresto domiciliar al ex presidente», dijo Ulises Marinero, jefe de prensa de los juzgados, refiriéndose a una decisión del juez primero de instrucción, Levis Orellana.
A su salida de los tribunales, el ex mandatario habló brevemente con la prensa, mientras era escoltado por un contingente de policías para ser trasladado a su residencia en una zona lujosa de la capital.
«Me he presentado ante el juzgado de forma voluntaria en respeto a ley. Creo que no voy a poder dar declaraciones en este momento, pero repito lo que he dicho, pero me he presentado de forma voluntaria en este juzgado por respeto a la ley», dijo Flores.
La abogada querellante, Bertha de León, dijo a la prensa que apelarán a la decisión del juez porque a su juicio debió decretarse la detención formal debido a que estuvo prófugo por varios meses.
«Para nosotros la decisión del juez no es técnica, para nosotros ha obviado los requisitos y ha obviado la circunstancias de los hechos y lo ha favorecido con esta decisión» , dijo de León.
El caso de supuesta corrupción salió a la luz luego de que el ex presidente Mauricio Funes (2009-2014) denunció que el Gobierno de Estados Unidos investigaba a Flores por movimientos sospechosos en sus cuentas bancarias, aludiendo a un manejo irregular del dinero donado por Taiwán.
Según las investigaciones, el dinero habría sido otorgado por el ex mandatario taiwanés Chen Shui-bian, quien fue juzgado y sentenciado en su país a 17 años de prisión por corrupción.
Flores, que estaba prófugo desde enero pasado, tenía orden de captura y difusión roja de Interpol en 190 países.