Quienes hoy participan en actividades ilícitas y con sus acciones generan inseguridad e incertidumbre social, observó el arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, en buena parte son aquellos que no se sienten integrados a una familia, que no han tenido oportunidades de estudio, de trabajo y que han quedado sujetos a condiciones de marginación y de injusticia.
Es por ello, dijo, que es urgente el llamado a la comunidad potosina en general, a la sociedad y a las autoridades, para cerrar filas en el esfuerzo común de revertir la injusticia; es una tarea que nos impele a todos: a los ciudadanos en general, a sus organizaciones y asociaciones, a las cúpulas empresariales, a los servidores públicos a buscar soluciones.
Dijo que los problemas que agravian, afrontan y confrontan a la sociedad son serios, múltiples y profundos, “y si no se atienden debidamente, con la oportunidad del caso, pueden subir de tono y de presión y, después, pueden venir situaciones más complejas”.
Lo anterior en respuesta a un planteamiento de la realidad social en la que se percibe un sensible incremento de la violencia delictiva, la inseguridad y la incertidumbre.
Pidió a los aspirantes a cargos públicos y que enfrentarán en fechas próximas los diversos procesos internos de selección en sus partidos, deberán mirar y medir muy bien la compleja problemática social “porque ya no podemos permitirnos la improvisación”, porque se tiene que trabajar con esmero, y sin descanso, más en el marco de las instituciones de servicio público.
Deberán entender que, de resultar electos, se sujetarán a un tren de responsabilidad y trabajo sin descanso, en los tres o en los seis años de su responsabilidad pública. Pidió sensibilidad, responsabilidad para cristalizar programas con resultados que respondan a las urgencias que tenemos.
Dijo que la función pública entraña una responsabilidad profunda y permanente de servicio a la comunidad; un desafío permanente de atender y resolver la problemática social, con sensibilidad, con sentido de justicia y ética de servicio. “Este es el desafío de la política”, exteriorizó.