Daniel Maia es enfático cuando dice que antes del Mundial algunos extranjeros creían que podían venir a hacer cualquier cosa a Brasil, pero aquí tenemos leyes y las leyes se cumplen”. Él es abogado de la querella contra los cuatro mexicanos y asegura que en la primera jornada del juicio “nadie puso en duda la autoría de los hechos, sólo se litiga por los cargos concretos”.
En diálogo con un Diario de circulación nacional en su despacho del barrio de Meirelles, Maia asegura que ya se presentó el testimonio de todos los testigos presentados por la parte acusadora y uno por la defensa y ahora, en la próxima audiencia, se presentarán testigos pedidos por la defensa desde Río de Janeiro, Sao Paulo y la ciudad de México, pero a su entender “ninguno podrá cambiar el rumbo de la causa porque no fueron testigos presenciales”.
“¿Para un abogado con su experiencia, tiene algún fin especial accionar contra extranjeros?”
“No. Aquí no hay una cuestión contra México y los mexicanos, aquí lo que buscamos es que se haga justicia con una agresión física que de no llegar la policía militar para frenarlos, hubiésemos estado hablando de un homicidio”.
“¿Por eso usted pide condenas, por intento de homicidio y no por lesiones?
“Pero, ¿cuál es la diferencia entre una lesión grave o simple y un intento de matar?” Cuando uno golpea salvajemente, como en este caso, una persona que estaba indefensa (David de Queiros Chaves) que había caído en un pozo de agua y que se le siga castigando. Si no los paraban todavía le estarían pegando. Entonces eso es intento de homicidio, porque existió el riesgo de que todo sea peor. Lesiones son cuando se golpea y se provoca un daño por ese golpe.
Para un sector de la opinión pública, el caso de cuatro visitantes al evento deportivo que provocan un escándalo es lamentable. Para otro sector aparecen como el “chivo expiatorio” del temor que en los días previos al Mundial se tenía en Brasil por el accionar de hooligans, barras bravas y otros inadaptados. ¿Quién se equivoca?
“Sí había todo un dispositivo de seguridad especial para prevenir ese tipo de violencia, pero nadie tiene nada en contra de los mexicanos o de México, ni de nadie”. Estamos ante una agresión, en la noche en que se disputó un partido de futbol, en el que México perdió y quedó eliminado, y estas cuatro personas venían del estadio. Es lógico pensar que la bronca por la derrota los llevara a reaccionar de esa manera. Pero el delito está y no lo niega nadie.
Los hechos
Maia narra la versión que aportan sus defendidos, en la noche del 29 de julio tras la derrota deMéxico contra Holanda, que obligaba a los mexicanos a volver a casa. Cuando se le pregunta si en las pesquisas aparecieron restos de alcohol en Rafael Medina Pederzini, Sergio Eguren Cornejo, Angel Rimak Eguren Cornejo y Mateo Codinas Velten, asegura no estar al tanto.