Desde 1982 los adultos mayores en todo el mundo son festejados en agosto, mes en el que se celebró la primera Asamblea Internacional de la Organización de la Naciones Unidas dedicada al envejecimiento.
En la Ciudad de México se festejó a los adultos mayores por primera vez en 1983 y al año siguiente en Monterrey, a partir de 1998 se instituyó en todo el país el 28 de agosto como Día del Anciano, título que fue cambiado posteriormente a Día Nacional del Adulto Mayor.
Por la importancia que cobran los adultos mayores en la integración familiar y por los retos que representan en términos de salud y oportunidades, la
Secretaría General del CONAPO se une al reconocimiento y presenta el perfil demográfico de este segmento de la población en aumento.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, en México residen más de 7 millones de personas de 65 años y más, lo que representa el 6.3% de la población total. De ellos, el 3.8 millones son mujeres y 3.2 son hombres.
El crecimiento de este grupo de población ha sido considerable en los últimos treinta años, pues en 1970 las personas de 65 años y más sumaban 1.8 millones y el índice de envejecimiento1era de 8 adultos mayores por cada cien menores de 15 años, en 2000 esta cifra aumentó a 13.7 por cada cien y en 2010 se incrementó cerca del doble con respecto a los datos obtenidos la década anterior (21.4 por cada cien).
Educación
En México se han logrado importantes avances en el campo de la educación, sin embargo el grupo poblacional de los adultos mayores presenta rezagos.
El porcentaje de la población de 60 años y más con estudios de primaria y secundaria o sin ellos, se desagrega por género de la siguiente manera:
De acuerdo con el censo de población del año pasado, en las zonas urbanas el porcentaje de hombres que saben leer y escribir fue de 93% en el rango de los
65 a 69 años y 83.2% en el segmento de los 80 y más años. Por lo que toca a las Mujeres, el porcentaje fue del 86% de la población femenina entre los 65 y 69 años y disminuyó a 75.4% en los 80 y más años.
Los niveles de alfabetismo en este grupo poblacional en las zonas rurales son considerablemente más bajos que los reportados en la población urbana, especialmente en las mujeres:
El nivel de instrucción con que cuentan hombres y mujeres adultos mayores refleja la dificultad que enfrentó la mayor parte de las personas que nacieron antes de 1945, para incorporarse y permanecer en la educación formal.
Estado Civil
Por lo que respecta al estado conyugal, existe una diferencia importante entre hombres y mujeres en el rango de lo 65 a los 69 años, pues un porcentaje marcadamente mayor de los hombres viven con pareja. De acuerdo con datos
del censo 2010, el 80.0% de los hombres en este segmento de edad se encontraban unidos o casados, a diferencia de las mujeres en el que sólo el 54.1% de ellas vivía en pareja.
Trabajo
Los adultos mayores siguen cumpliendo un papel importante en la producción de bienes y servicios, pues casi la mitad de la población de 65 a 69 años del país continúa en la actividad económica.
En 2000, el 55.1% de la población masculina total en el rango de 65 a 69 años se encontraban activos laboralmente y para 2010 la cifra se elevó ligeramente a 55.2%.
Las mujeres de 65 y más años se dedican en su mayoría al hogar, en 2000 el porcentaje de mujeres en esta actividad representaba el 63.7% y en 2010 la
cifra aumentó a 68.4%. Sólo una baja proporción de mujeres trabajaba de manera asalariada: 14.2% en 2000 y 16.8% en 2010.
El trabajo femenino por cuenta propia es característico en la vejez. El 57.2% del grupo de mujeres entre 65 y 69 años y el 67.9% en las de 80 y más años tenían ingresos por autoempleo, según revelan los datos del censo más reciente.
Salud
El incremento en la población de adultos mayores requiere de atenciones cada vez mayores y servicios oportunos para la prevención de enfermedades que permitan alcanzar una longevidad con calidad de vida.
De acuerdo a estimaciones de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (ENSANUT), el padecimiento más frecuente en personas de 65 años y más es la hipertensión (35 %), seguido por la diabetes (17), enfermedades del corazón con (10.0%), insuficiencia renal (2.1%) y cáncer (1.4%).
Por género, las principales causas de muerte de la población masculina de 65 años y más son: enfermedades isquémicas del corazón (16.1%), diabetes mellitus (13.9%), enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfermedad cerebrovascular (7.1%), cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado
(4.4%), enfermedades hipertensivas (3.8%), infecciones respiratorias agudas bajas (3.2%), tumor maligno de próstata (3.1%), nefritis y nefrosis (2.7%) y tumores malignos de tráquea, bronquios y pulmón (2%)2.
En el caso de las mujeres en el mismo rango de edad, las principales causas de muerte son las siguientes: diabetes mellitus (17.2%), enfermedades isquémicas del corazón (15.1%), enfermedad cerebrovascular (8.4%), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (5.6%), enfermedades hipertensivas
(5.4%), infecciones respiratorias agudas bajas (3.1%), nefritis y nefrosis (2.4%), cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado (2.3%), desnutrición calórica proteica y tumores malignos del hígado (1.2%)3.
Las enfermedades crónicas, degenerativas e incapacitantes que se presentan como característica del envejecimiento demandan atención médica que, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, reciben el 71.4% de los hombres y el 72.9% de las mujeres de 65 años y más por medio de alguna institución de salud a la que están afiliados.
Apoyos
En 2010 los apoyos gubernamentales4a los adultos mayores constituyeron el ingreso más importante para el 44.9% de la población masculina mayor de 70 años así como para el 45.9% de la femenina en este mismo grupo de edad. Le siguen en ambos casos la jubilación o pensión (38.7% en hombres y 19.7% en mujeres); la ayuda de familiares dentro del país (con 6.3% para hombres y 11.5% para mujeres) y finalmente la ayuda que les llega de familiares de otro país (4.8% para hombres y 5.8% para mujeres).
La Secretaría del Consejo Nacional de Población coadyuva con indicadores demográficos para la elaboración de políticas públicas que integren lascaracterísticas socio-demográficas, los requerimientos para la atención de la salud y las medidas para integrar a esta población al sector productivo, ante losretos que enfrenta el país. Los programas sociales y de gobierno contribuyen a que el país cuente con una población de adultos mayores que se integren, participen y se desarrollen adecuadamente en la sociedad.