De secretarias y choferes a asesores legislativos

José Omar Hernández León conoce bien las calles de la ciudad de México. De agosto de 2011 a enero de 2012 fue el encargado de trasladar y esquivar embotellamientos para llevar puntual a sus citas a la entonces consejera electoral Carla Astrid Humphrey Jordan.

Su puesto era de chofer en el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) y su sueldo de 14 mil 850 pesos, de acuerdo con la Dirección de Recursos Humanos y Financieros de dicho organismo.

Ahora es asesor legislativo en la Secretaría de Turismo (Sectur), donde se encarga del “análisis y procesamiento de información”, con un sueldo mensual de 56 mil 129 pesos, según el tabulador de sueldos de la dependencia.

En su declaración inicial ante la Secretaría de la Función Pública (SFP), del 16 de diciembre de 2013, y en su modificación del 19 de mayo de este año, dijo llevar cursados nueve semestres de la licenciatura en Ciencia Política en el ITAM. En sólo 10 meses, desde que dejó su puesto de chofer e ingresó al gobierno federal, su ingreso aumentó considerablemente.

Pero José Omar no es el único asesor con una trayectoria escasa para las labores que desempeña y sueldo que percibe.

Un Diario de circulación nacional hizo una revisión de las hojas de vida de cada uno de los 604 asesores distribuidos en 18 secretarías —excluyendo las tres de seguridad— y pidió a cada dependencia información sobre sueldos, prestaciones, temas en los que brindan asesoría, así como la experiencia laboral y académica de cada servidor público.

El hallazgo apunta a que las secretarías del gobierno federal —excluyendo a la de Seguridad Pública, a la Marina y Sedena, que reservaron la información— tienen entre sus asesores al menos a 91 personas que no cumplen con el perfil ni el nivel de estudios para realizar las funciones que tienen asignadas.

De los perfiles revisados, 20 asesores estudiaron o han realizado funciones como secretarias, manejando correspondencia o atendiendo llamadas; cuatro han sido choferes; 13 sólo estudiaron una carrera técnica; 12 ni siquiera completaron sus estudios universitarios; nueve apenas están estudiando una licenciatura; nueve terminaron la preparatoria; uno más apenas la está cursando, y otro ni siquiera la concluyó. Y dos de ellos tienen sólo estudios de secundaria.

Además, muchos de los asesores estudiaron carreras como sicología, diseño gráfico, geografía, archivonomía o educación preescolar, que tienen poca relación con el área donde se desempeñan.

En muchos de los casos, aunque su perfil no parece adecuado a su labor, tienen una amplia carrera relacionada con el PRI en actividades partidistas; y gozan de altos sueldos y generosas prestaciones.

Sueldos inequitativos

Se encontró que mientras hay asesores como Adrián Buenrostro Ochoa, que gana 25 mil 254 pesos pese a su amplio perfil académico con diversos posgrados, hay otros como Miguel de Jesús Castro García, que apenas terminó la secundaria y tiene un salario de 56 mil 129 pesos.

Buenrostro Ochoa es asesor de la Coordinación de Asuntos Internacionales y Agregadurías de la PGR, tiene una licenciatura en Economía, una maestría en Finanzas en el Tecnológico de Monterrey, otra maestría en Banca y Finanzas en Barcelona, una especialidad en administración gubernamental y cuatro diplomados.

Por el contrario, Castro García es asesor en la oficina del secretario del Trabajo y apenas terminó la secundaria en el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos. Su empleo anterior fue como asesor en la Cámara de Diputados.

En la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) está Ana María Zamora Vallejo, quien recibe un sueldo de 78 mil 148 pesos como asesora, pese a que su hoja de vida dice que siempre hizo funciones de tipo secretarial.

De 2005 a 2009 fue asistente de la oficina del secretario de la SCT, donde su labor era “manejo de agenda, atención al público, llamadas telefónicas”. Entre 2009 y 2011 fue secretaria privada de la misma dependencia; también manejaba la agenda.

De 2011 a 2012 volvió al cargo de asistente en la oficina del titular de la SCT, donde llevaba “control de correspondencia”.

Las prestaciones

En 2013 el gobierno federal gastó alrededor de 537 millones de pesos para pagar el sueldo de 604 asesores, cantidad equivalente a los recursos que destinó la Federación para apoyar la seguridad de la capital del país, a través del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal, 2014.

Además, los asesores cuentan con prestaciones como ayuda de despensa, prima vacacional y quincenal, aguinaldo, gastos de inhumación, seguro de vida institucional, seguro de retiro, seguro de responsabilidad civil, de gastos médicos mayores y de separación individualizado.

La secretaría que más asesores tiene es la de Relaciones Exteriores, con 107 plazas, para lo cual destina 92.9 millones de pesos anuales. Hay 35 asesores que ganan entre 50 mil y 98 mil pesos y otros 24 que perciben entre 100 y 192 mil pesos, de acuerdo con el Portal de Obligaciones de Transparencia (POT).