Ya basta

Ya varias veces se ha comentado, una de las frases más conocidas con respecto a la protección de los animales fue pronunciada por Gandhi: “El grado de avance de una sociedad se mide por cómo trata a los animales”. Y así, hay países que salen muy mal cuando se trata de este tema. Mucha gente en España era de la idea de que por el simple hecho de pertenecer a Europa, y de recibir dinero europeo, ya habían alcanzado el estatus de una sociedad desarrollada. Mejoraron en infraestructura, y dondequiera surgieron las obras faraónicas. Pero pocos años y una crisis más tarde, el sueño había terminado, y las obras terminaron convertidas en carísimos elefantes blancos, demostrando que la evolución no se da con dinero, sino que el desarrollo empieza en las mentalidades. Y allá la realidad es que no habían cambiado mucho desde la época medieval. Que en un territorio pequeño se concentren tantas aberraciones que involucran maltrato animal, es símbolo de todo menos de desarrollo. Que hay mucha gente que se opone a anacronismos como la tauromaquia, los correbous, los toros ensogados o embolados, o al infame Toro de la Vega, es cierto. Es la mayoría. Pero que son solo unos pocos los que son activos en intentar detener todo esto, más digno de la inquisición que de un país moderno, también es cierto.
Y eso lo heredamos nosotros. Tradiciones vergonzosas que a los ciudadanos de países avanzados les suenan a barbarie, y a las que incluso nos oponemos muchos de los que vivimos en países donde tenemos que convivir con esto, desafortunadamente, siguen vigentes aunque estén agonizantes, y aún se busca mantenerlas con vida aunque sea a costa del dinero público. Que hay intereses poderosos detrás de la tortura por diversión, eso es algo que todos los oponentes de la tauromaquia sabemos, y el mismo día de la votación para la posible abolición de las corridas en noviembre del 2013 lo vivimos.
Y ahora resulta que los Diputados Crisógono Sánchez Lara y Jaén Castilla Jonguitud, presentaron una iniciativa con proyecto de decreto por la cual pretenden se declare la tauromaquia patrimonio cultural inmaterial de San Luis Potosí.
No será fácil, pues seremos muchos los oponentes. Además, tenemos a nuestro favor nada menos que a las Naciones Unidas, que en su informe del 2013 sobre Portugal y los Derechos de los Niños expresa preocupación, extendiendo recomendaciones, acerca de la violencia hacia los infantes, con violaciones a la Convención del Derecho de los Niños en castigo corporal, abuso y descuido, y tauromaquia. De acuerdo con el informe, el organismo manifiesta “estar preocupado por el bienestar físico y mental de los niños involucrados en el entrenamiento para las corridas de toros y actuaciones asociadas con ellas, así como el bienestar mental y emocional de los niños espectadores que están expuestos a la violencia de las corridas de toros”.
Así que algo que las mismas Naciones Unidas condenan por violento, no puede ser considerado patrimonio cultural en ningún lado. Así que ya basta, los potosinos no queremos más tauromaquia. GSL