Rayados ha encontrado en Dorlan Pabón la solución a todos sus problemas de conjunción. El colombiano volvió a anotar, y La Pandilla ligó su segunda victoria al hilo, manteniendo una tradición de 21 años sobre La Franja en la cancha del Tec.
No, definitivamente no le fue fácil a Rayados. El equipo de Carlos Barra se tuvo que reinventar al menos tres veces, hasta encontrar la fórmula de penetrar la línea de cinco defensores del cuadro de La Franja. Pero encima de lo táctico, bastó una pelota afortunada a los botines del goleador, para inclinar la balanza definitivamente y ratificar al sudamericano como líder goleador de la Liga, ahora con siete en su cuenta.
Con la victoria los regios llegaron a 13 unidades, mientras que los de La Franja se queda con cinco puntos, muy comprometidos en el tema del descenso.
La Pandilla sorprendió apareciendo con tres centrales, al incorporar a Víctor Ramos junto a Mier y Medina, sacrificando a Efraín Juárez. Meza y Velarde fueron carrileros, Zavala único contención, Cardozo y Silva interiores, y al frente Suazo y Pabón volvieron como mancuerna.
Pero el primer tiempo resultó infumable, ya que ambos equipos se respetaron de más, y Monterrey apareció en el complemento con cuatro defensas, moviendo a Medina a la contención y abriendo a Lucas Silva a la banda. Con todo el esquema no funcionaba, y Barra mandó al campo a Cándido Ramírez y al juvenil Alonso Hernández por Silva y Ramos, moviendo a Cardozo al centro, regresando a Medina a la defensa y abriendo las bandas con los relevos.
Fue apenas así que Rayados logró posesionarse del campo, y en una jugada relampagueante Pabón puso el 1-0 al 67′, cuando Suazo filtró al hueco, Mauricio Romero no atinó a despejar y Dorlan se metió a la portería con todo y balón, para despertar aún tenso estadio del Tec.
El propio colombiano tuvo el 2-0 al 74′, cuando Suazo filtró a Cardozo y éste sirvió perfecto a la entrada de Dorlan, pero éste la voló cuando tenía el marco a su merced.
El cuadro de Romano respondió enviando al campo a Cuauhtémoc Blanco, pero la etiqueta de héroe le pesa demasiado al oriundo de Tepito, cada vez más lento en una Liga que no respeta trayectorias.
El Puebla intentó rescatar algo con balones largos, pero jugar al error del rival resulta muy poco ante un Monterrey en crecimiento, y el árbitro Erim Ramírez decretó el final en medio del agobio, arrojando a unos albiazules en pos del protagonismo en el Apertura.
