Ha metido las botas en un lago, estuvo en una boda y participó en una reunión indígena. Un robot parlanchín con cuerpo de balde ha cautivado a los canadienses desde que salió de Halifax el mes pasado en un viaje a dedo hasta la costa del Pacífico.
HitchBOT, creado por un equipo canadiense de investigadores de la comunicación que estudia la relación entre personas y la tecnología, llegará a su destino final el domingo en Victoria, en la Columbia Británica, donde lo recibirá una tradicional canoa aborigen en el Fuerte Victoria.
«Lo que buscamos es situar a la robótica y las tecnologías artificiales en escenarios improbables y ver qué sucede», dice David Smith, uno de los creadores del robot y quien es maestro en la Universidad McMaster de Ontario. «Es desafiante, pero también puede ser muy entretenido como lo ha demostrado hitchBOT».Pareciera que el robot fue armado a partir de piezas sacadas de una venta de jardín, una cubeta, tubos de hule espuma, un recipiente para pastel, guantes plásticos de cocina y botas amarillas de lluvia. Sin embargo tiene buen sentido de ubicación incluso puede hacer preguntas.
Aunque sus habilidades conversacionales sean poco naturales, hitchBOT ha logrado agradar a muchos en su viaje de seis mil kilómetros desde que comenzó en Nueva Escocia el 26 de julio.
Smith explicó que el hitchBOT tiene integrado un sistema de geolocalización satelital (GPS) y está programado con tecnología móvil similar al de un teléfono multiusos, con un software de reconocimiento de voz que trabaja junto con diseño de lenguaje. El robot vincula preguntas con respuestas buscando ciertas palabras clave y está programado para buscar en Wikipedia .