El 70 por ciento del territorio nacional se encuentra prácticamente en manos de las empresas mineras, en su mayoría de origen extranjero; el relajamiento de las autoridades federales ha permitido la instalación de sistemas de explotación de minerales que se han traducido en la depredación del medio ambiente, de la flora, la fauna y la contaminación del agua, el suelo y el aire.
Así lo explicó la organización ambientalista potosina Pro San Luis Ecológico, al insistir ante las autoridades ecológicas del municipio de Cerro de San Pedro, la Secretaría Estatal de Gestión Ambiental de Gobierno del Estado y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través del activista ecológico, Sergio Serrano Soriano.
El caso de explotación de minerales de oro y plata en Cerro de San Pedro –dijo—, es emblemático de la minería depredadora; y es que no obstante que se ha dictaminado en los tribunales federales la ilegalidad e ilegitimidad de sus operaciones, el poder político continúa protegiendo a la empresa canadiense Minera San Xavier.
Serrano Soriano resaltó la irreversibilidad de los daños ocasionados por esta empresa a la orografía, el ecosis-tema y la biósfera; al patrimonio representado por el ahora inexistente Cerro de San Pedro, una referencia funda-cional de la ciudad y del Estado de San Luis Potosí y advirtió sobre la gravedad de la amenaza de la contaminación por cianuro de sodio de los acuíferos superficial y profundo del Valle de San Luis.
Llamó a examinar mejor y con responsabilidad esta situación que implica que una empresa asentada en la Zona Metropolitana de San Luis Potosí, consuma y dispendie en la lixiviación de sus terreros millones de metros cúbicos de agua que ahora mismo hacen falta a más de 30 mil personas asentadas en diversas colonias de Soledad .El riesgo de la contaminación del acuífero del Valle de San Luis no se reduce a 30 mil personas ni se restringe solamente al municipio de Soledad de Graciano Sánchez, ya que alcanza a los habitantes de la metrópoli y que se estiman en un global de un millón y medio de personas; una cantidad alarmante si se considera que el global de los habitantes de San Luis es de dos millones 250 mil personas.
