La Banda Filarmónica Femenil de Santa María Tlahuitoltepec interpretó fandangos, boleros, tangos, vals, sones, charlestón y música clásica
Con un amplio programa que incluyó fandangos, boleros, tangos, vals, sones, charlestón y música clásica, la Banda Filarmónica Femenil de Santa María Tlahuitoltepec «Mujeres del viento florido» debutó anoche en el Teatro de la Ciudad «Esperanza Iris» , en esta capital.
Bajo la dirección de Enrique Vásquez Gómez, la agrupación integrada por mujeres de la región noroeste de Oaxaca, la Sierra Mixe, impregnó de la alegría el recinto de la calle Donceles, al interpretar la música que se escucha en las fiestas patronales de la entidad.
La música de viento que remite a las tradiciones, los acordes que en cada nota contagian de alegría a la fiesta y también la solemnidad de lo fúnebre, se fusionaron en una gran velada, en la que este grupo de cerca de 20 mujeres se llevo el reconocimiento de parte del público.
Al grito de «¡Viva Oaxaca! y ¡Viva México!» , estas talentosas encantaron a los asistentes para después ofrecer temas como «Pequeña serenata nocturna» , de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) , pieza que sorprendió. Al igual que la «Marcha Zacatepec» (de autoría anónimo) ; la balada «Brillo en tus ojos» , de Enrique Vásquez Gómez, y «Nereida» , del compositor Amador Pérez Torres Dimas (1902-1976) .
Del mismo modos, cautivaron al público con la fantasía «Risa de las aves» , de Eleazar Hernández; el fandango «Bajo el cielo mixe» , de Otilio Contreras y el vals «Dios nunca muere» , de Macedonio Alcalá (1831-1869) , considerado el himno de Oaxaca, que al ser escuchado por los lugareños se ponen de pie.
Ataviadas con faldas largas, muchas de ellas, floreadas y una blusa color blanco, la féminas que integran la agrupación llevaron al Teatro de la Ciudad todo el folclore y tradición de un lugar donde la música es parte importante de la vida cotidiana de los pobladores y una tradición muy arraigada entre las comunidades mixes.
Sones para cada ocasión como bautizos, fiestas de 15 años, bodas, graduaciones y para entierros, también se hicieron sonar al ritmo de trompetas, flautas, clarinetes.
