«El Patrón» domesticó a Hijo del Perro Aguayo

Poco le importó a Alberto del Río llegar a un juzgado tras violar la cláusula que no le permite luchar en 90 días, el reto del Hijo del Perro Aguayo fue aceptado y recibió tremenda paliza de “El Patrón” en menos de cinco minutos en Triplemanía XXII.
Tras adjudicarse la Copa Triplemanía, el líder de “Los Perros del Mal” fue interceptado por “El Patrón” quien pidió permiso a Joaquín Roldán para aplicarle unos correctivos al irrespetuoso can, quien se había burlado previamente de la forma que salió Alberto del Río de WWE y de la llegada al Salón de la Fama del Rayo de Jalisco.
Tras unos jaloneos y con el permiso de Roldán, El Hijo del Perro Aguayo rompió la camisa de Alberto del Río e intentó someter a puntapiés al que antes era conocido como Dos Caras Jr.
Sin embargo, “El Patrón” regresó a México a exigir respeto; enganchó el brazo del can más sanguinario de Triple A y con un giro en el aire, lo sometió para rendirlo en un breve enfrentamiento que no estaba programado en la cartelera.
Con un semblante de dolor, el Hijo del Fantasma corrió al ring para salvar al Hijo del Perro y llevarlo a los vestidores.
“A mi me van a respetar, porque ‘El Patrón’ soy yo”, exclamó el ex Campeón de WWE, quien sabe que su nueva rivalidad ante el Hijo del Perro Aguayo será un duro reto en su retorno a tierras aztecas.
A MORDIDAS, HIJO DEL PERRO AGUAYO GANÓ COPA TRIPLEMANÍA
Sólo un can puede ladrar en Triple A, el Hijo del Perro Aguayo sometió a mordidas a sus rivales y se adjudicó la Copa Triplemanía, que estaba en juego entre Cibernético, Dr. Wagner y Myzteziz.
Un aficionado, enfurecido por el «mal comportamiento» del can lanzó un vaso lleno de cerveza hacia su humanidad. El Perro sólo soltó una sonrisa y mordió en el hombro a Dr. Wagner, quien comenzó a sangrar por una herida que traía de una función anterior.
Al final, Myzteziz intentó sorprender con una variante de la “mística”, pero recibió un certero rodillazo en la espalda. Tras un descuido del réferi, el Hijo del Perro aprovechó para conectar un “foul” al ídolo del bando técnico para derribarlo y vencerlo.