CEO de Mazda, un hombre de la generación TLC

Leopoldo Orellana Funes (1963-2014) fue un mexicano de la era del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cuyas reglas enmarcaron la realización de una historia de éxito empresarial: traer a México la automotriz japonesa Mazda y de la nada forjar un proyecto que logró instalar una armadora en Salamanca,Guanajuato, y ubicarla en el octavo sitio nacional de esa industria.

La madrugada de este sábado, a las 3:40 horas, en un hospital del poniente de la ciudad de México, falleció el empresario luego de varios días de recibir atención médica y al dar la noticia, la compañía se reservó las causas del deceso de su presidente y director general.

Hacia sólo seis meses que el presidente Enrique Peña Nieto, en Salamanca, inauguró la primera planta de ensamble de automóviles de Mazda, un concepto de línea deportiva al alcance del mercado masivo y en la cual se materializa la visión de la generación impulsora del TLC, de colocar a México como la entrada a América del Norte de los productos del mundo fabricados por mexicanos.

Formado en los negocios automotrices, en Ford México, donde había alcanzado la Dirección de Vehículos de lujo Lincoln, emprendió la realización del proyecto Mazda México y fue en 2004 cuando lleva a cabo la introducción de los autos japoneses en el mercado del DFGuadalajaraMonterrey.

Las actividades de Orellana Funes, en casi una década del siglo 21, tienen momentos de precursor antiguo: al partir de la nada en la realización del proyecto, relató en algunas ocasiones, como primer empleado de la compañía en el país, elaboró el acta constitutiva y para recibir las primeras transferencias de la matriz, ubicada en HiroshimaJapón, abrió una cuenta de cheques con tres mil pesos que sacó de su cartera.

Formado en la Universidad Anáhuac y con posgrado en TexasEstados Unidos, Leopoldo Orellana Funes fue considerado en el sector empresarial como un emprendedor innovador.