Reprueba Camacho comportamiento de diputados del PAN

El líder nacional del PRI, César Camacho Quiroz, criticó a los diputados del Partido Acción Nacional (PAN) exhibidos en un video bailando, tomando y en plena fiesta “con muchachas” en Puerto Vallarta, Jalisco, dijo que es reprobable lo que hicieron y que ojalá y a los mexicanos no se les olvide esto (el escándalo que provocaron).
Con “esta conducta reprobable, no sólo se hacen daño a sí mismos; le hacen daño a su partido y le hacen daño a la política”, subrayó al destacar que el comportamiento de los legisladores del albiazul  discrepa de la postura casi moralista de Acción Nacional:
“Es una pena –reprochó— que algunos malos políticos hagan que una actividad noble, como la representación popular, pueda tener una faceta absolutamente reprobable, y más viniendo de un partido que se ha caracterizado por postular incluso expresiones que van más allá de la ética y parecen llegar a la moral”.
Yo espero que esta conducta no sólo se quede en la reprobación panista, sino en la reprobación ciudadana a gente que no ha sido legítima representante de una comunidad que quiere sobriedad republicana, una actitud personal apegada a la ley y respetuosa de la dignidad de las personas, agregó. De la oleada de críticas que el miércoles derivó en la destitución del coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, Luis Alberto Villarreal y del vicecoordinador, Jorge Villalobos,  comentó   que los políticos tienen que ser cuidadosos de cómo se comportan y honrar a la política.
En cuanto a la posibilidad de que llame la atención a los parlamentarios del PRI para que no incurran en este tipo de actos, aseguró que el más importante de los recursos para persuadir es el ejemplo.
“Nosotros tenemos que ser todos, no sólo por ser miembros de un partido, sino por honrar a la política, tener una conducta personal primero ajena a los escándalos, y si bien es respetable la actitud de cada uno, si alguien aspira a hablar en nombre de los demás, tiene que ganárselo”.
Además, apuntó, uno tiene que echar mano de un comportamiento y una actitud que por lo menos no sea reprobable desde el punto de vista social y ético.