Primer ministro japonés envía ofrenda a polémico santuario

El primer ministro, Shinzo Abe, envió una ofrenda al polémico santuario Yasukuni, considerado como un símbolo del pasado militarista de Japón en la región de Asia, que siempre causa malestar entre las naciones vecinas.

Al conmemorarse este viernes el 69 aniversario de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial, Kouichi Hagiuda, el asistente de primer ministro, depositó la ofrenda en el santuario, indicó la agencia japonesa de noticias Kyodo.

El santuario de Yasukuni rinde homenaje a los 2.5 millones de japoneses caídos en las guerras en las que participó el Ejército Imperial ente 1853 y 1945, y se incluye a 14 criminales de guerra ejecutados por sus delitos al final de laSegunda Guerra Mundial.

Abe optó por no presentar sus respetos personalmente en Yasukuni esta vez, debido a la próxima reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se celebrará el próximo mes de noviembre enChina.

Abe visitó el santuario Yasukuni en diciembre de 2013 en el primer aniversario de su mandato, lo que provocó fuertes críticas en todo el mundo, incluido Estados Unidos, aliado clave de Japón, quien calificó de «decepcionante» la visita.

Horas antes este mismo viernes, dos ministros del gabinete de Abe, el ministro del Interior,Yoshitaka Shindo, y el presidente de la Comisión Nacional de Seguridad Pública, Keiji Furuya, también visitaron el polémico templo.

El primer ministro Abe también presidió la ceremonia oficial para conmemorar el 69 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, en medio de preocupaciones de que Japón podría estar cambiando su tradicional pacifismo.

La ceremonia siguió a la decisión del gabinete japonés de reinterpretar la Constitución para permitir que las Fuerzas de Autodefensa acudan a defender a los aliados en caso de que se presente un ataque armado.

«Hoy es un día para reiterar el compromiso hacia la paz», señaló Abe en la ceremonia a la que asistieron el emperador Akihito, la emperatriz Michiko, y unos cuatro mil 700 familiares de los muertos en la guerra.