¡A gastar, que la lana ya va a llegar…!

Para nadie es una novedad que el líder panista Gustavo Madero quiere ser el candidato presidencial en 2018. Y que entre maniobras oscuras, chantajes abiertos y agresiones sin fin, pretende conseguir el respaldo del actual mandatario, Enrique Peña Nieto.
Lo anterior en relación con el video que sorpresivamente surgió a la luz pública, siendo que lo filmaron en enero o febrero del presente año. Un malqueriente de los jerarcas intermedios panistas lo guardó con paciencia esperando el momento oportuno. Y ese fue, con poco margen de duda, el propio Gustavo Madero.
Al dirigente blanquiazul se le conoce por sus reacciones meditadas, sibilinas, y por eso se piensa que durante meses maquiaveló la forma en que se desharía de los simpatizantes de Felipe Calderón o, más claro, de sus antagonistas dentro del partido.
Del contenido de la filmación no hay sorpresa: entre los notables de los partidos políticos no hay otro que registre tantas infidelidades ni tantos divorcios como los panistas y salvo las ligas del señor Bejarano, protegido hasta la ignominia, los moches y las comisiones cobradas hasta por la asignación de partidas para gobiernos municipales, caracterizaron a los azulitos en el gobierno del Congreso. Nada hay, entonces, que sorprenda si consideramos que tienen a un sahaguncito en el Congreso —oficialmente no panista, pero su madre qué tal— y otro, el menor, precandidateado para la presidencia municipal de Celaya. Y éste parece que sí, por el PAN.
Mientras los panistas se lucen públicamente y suponen que con medidas simples como destituciones van a recuperar el prestigio que hace mucho perdieron, el resto de los políticos nacionales se prepara para gastar a lo grande. Ya lo dijo José López Portillo: debemos aprender a administrar la riqueza.
Riqueza que quedará, como siempre, en puras esperanzas. Cada Mundial de Futbol suspiramos por el pase al menos a semifinales. Nos quedamos en la entrada. Cada sexenio imploramos a la Corte Celestial para que “éste sí sea el bueno”.
López Portillo nos llevó a la riqueza que nunca hubo; Miguel de la Madrid nos modernizó y unció al yugo del norte, Carlos Salinas nos encaminó al primer mundo mientras Ernesto Zedillo de plano nos vendió al norte, aunque sea en pedazos como ferrocarriles, concesiones mineras y otras más.
De los panistas, la cola de historia que les toca todavía está en la mente y el sufrimiento de miles, de cientos de miles de mexicanos que perdieron patrimonio y vidas.
Como en 1968, este 2014 representa “un parteaguas” en la historia nacional. Veremos. Por lo pronto todos buscan su tajada de la riqueza que dicen que entrará al país. Y que no será sólo para nuestra mejoría económica a nivel de las bases, sino para aumentar ganancias y fortunas de los afortunados de siempre, que se preparan a invertir.
Los partidos, cuyas prerrogativas se basan en el mismo principio, se relamen de gusto los bigotes como gatos bodegueros. La lana que les repleta las escarcelas a los legisladores y a los dirigentes de esos institutos políticos aumentará sustanciosamente, así entonan cánticos religiosos apoyando un gran aumento salarial a los jodidos que de nosotros será la gloria.
Gabino Cué, un señor que trabaja como milusos de los profesores rebeldes de Oaxaca, viaja a Los Ángeles, en Estados Unidos, para reunirse con sus paisanos que moran allá. Informa que es un viaje “tradicional”, aunque tal tradición sea personal y tenga apenas tres años más el que corre. Lleva hasta la jaula del perico incluyendo funcionarios públicos, empresarios y, claro, gente relacionada con la cultura y las artesanías. Una comitiva espectacular, al decir de quienes la vieron.
Muchos otros funcionarios públicos andan por el mundo gastando por anticipado los dineros que no saben cuándo llegarán ni en qué medida podrán disponer de ellos. Por lo pronto, poco menos de 40 millones de pesos llevamos gastados en la actual legislatura en visitas al viejo continente, en mayoría, aunque sin descartar otros países en distintos puntos geográficos del mundo. No se sabe a qué fueron. Ni se sabrá.
Cárdenas ayudó a trazar el perfil del hombre mexicano y halló en los espacios de la pre-guerra un seguro de vida para la incipiente organización social derivada de un movimiento armado cuyo producto fue un México estable, orgulloso, con identidad y rostro propio y en crecimiento durante muchos años. Casi un siglo.
Pero a fin de cuentas la audacia de atender los problemas de la geopolítica y disponer de los recursos petroleros e industriales antes del estallido de la 2ª Guerra Mundial, le permitió a México garantizar su estabilidad y su autonomía, así se haya adherido a los aliados mediante la declaración de guerra pronunciada por Manuel Ávila Camacho. Fuimos a la guerra sin salir de la casa, excepto si creemos en la imaginaria epopeya del Escuadrón 201.
Hoy la promulgación de la reforma nos permite ver con los ojos de la globalidad. ¿Serán posibles todas las promesas? Es otra cosa aún no sabida y muy difícil de pronosticar. Pero si algo ha caracterizado a este gobierno es el optimismo eficaz, la ejecución política casi por nota de sus intenciones de transformar y no sólo administrar.
Enrique Peña Nieto no será quien disfrute los beneficios económicos de estas medidas. Su premio hasta ahora es político: haber hecho en tan poco tiempo la imposible tarea de sus antecesores: colocar los cimientos de un México distinto.