Libertad condicional a quien rompió obra de Ai Weiwei

El hispano que rompió en febrero pasado en el Pérez Art Museum (PAMM), de Miami (EE.UU.), uno de los jarrones de la obra Colored Vases, del artista y disidente chino Ai Weiwei, se declaró hoy culpable en un tribunal de esta ciudad.

Máximo Caminero, también artista, se declaró culpable del cargo de daños a la propiedad ajena y tendrá que cumplir una sentencia de 18 meses de libertad condicional y cien horas de servicio comunitario por la rotura premeditada de la vasija, que tiene un precio superior a los mil dólares.

Caminero, quien tiene prohibida la entrada al citado museo durante el cumplimiento de la condena, fue grabado por una cámara de seguridad de la sala de exposición en el momento en que levanta la valiosa obra de arte del creador chino y la arroja al suelo.

En los documentos consignados en el tribunal, se detalla el acuerdo de culpabilidad de Caminero por el cargo de daños a la propiedad, un delito por el que podía haber recibido una condena de hasta cinco años de cárcel.

El hispano se declaró culpable de los actos de vandalismo cometidos el pasado 16 de febrero en el PAMM y reconoció que no hizo caso de la «advertencia verbal que recibió por parte de un guardia de seguridad de que no tocara las obras expuestas».

La pieza dañada formaba parte de la exposición temporal «According To What?».

Asimismo, Caminero tendrá que pagar 10 mil dólares en concepto de restitución, según la valoración que estableció la aseguradora Berkeley Asset Protection, y ofrecer una «disculpa pública escrita a la víctima», Ai Weiwei, el museo y la comunidad.

Caminero, de 51 años, un pintor radicado en Miami, protestó supuestamente con este acto de vandalismo por la falta de obras de artistas locales expuestas en PAMM, donde se exhibían las piezas de Wei Wei.

En la carta de disculpa, Caminero reconoce que «estaba equivocado» al obrar así y que es consciente de su «culpa» y «vergüenza» . «Soy consciente de que destruí una pieza de arte, pese a que fui advertido verbalmente de que no tocara los trabajos» , escribió.

«Tengo una deuda con la sociedad y acepto la responsabilidad por mis acciones», agregó.

El día del suceso, Caminero se acercó a la obra de Weiwei, formada por 16 vasijas de cerámica, tomó uno de los jarrones y lo arrojó al suelo, imitando la secuencia fotográfica que se exponía y en la que se ve al artista chino dejando caer al suelo un jarrón de la misma época.

Esta retrospectiva de la obra de Ai Weiwei, de 56 años, reunió hasta el pasado 26 de marzo una treintena de obras e instalaciones creadas durante 20 años de carrera de uno de los «más prolíficos y provocadores artistas chinos contemporáneos».