Yair Rodríguez, un peleador nato en TUF Latinoamérica

Yair Rodríguez siempre tuvo un romance con los deportes de contacto y desde los cinco años entrenó taekwondo hasta que una vez, mientras caminaba por la calle, le llamó la atención un anuncio: “Clases de Vale Todo”.
Después, se dio cuenta que esa “extraña” disciplina no era otra que las Artes Marciales Mixtas (MMA). En ese entonces, tenía 18 años y ya había notado que deseaba ser profesional en los grandes escenarios del deporte.
Sin embargo, en su natal Parral no tenía donde entrenar y cada fin de semana viajaba siete horas hasta Ciudad Juárez con tal de cumplir su sueño. Aún estaba lejos de convertirse en uno de los participantes de The Ultimate Fighter Latinoamérica (TUF LATAM).
“Estudiaba entre semana y trataba de entrenar en Parral. Ya no practicaba taekwondo, lo dejé a los 12 o 13 años, entonces cuando podía iba a judo, box o a correr al cerro”.
La llamada le llegó tres años después, mientras estaba en casa de su amigo y “padrino” deportivo, Ramón García. Yair no tenía el dinero suficiente para pagar sus entrenamientos, pero halló una segunda familia en la capital chihuahuense y ellos lo apoyaron en su ascenso dentro de las MMA.
“Me hicieron la llamada y me dijeron ‘eres uno de los seleccionados para formar parte de la elite de MMA, del mejor equipo del mundo’, y yo: ‘¡Qué!’, me dieron ganas de llorar”.
Ramón le consiguió un trabajo en una tienda naturista de un amigo suyo, donde ganaba cerca de mil pesos a la semana. El “Pantera” Rodríguez utilizaba su sueldo para la gasolina de su “carrito” y otros gastos relacionados con su entrenamiento.
Además, gente del gobierno municipal de Parral le pagaba de su bolsa los camiones a Ciudad Juárez. “Porque les gusta el deporte, me echaban la mano”.
A la par de su inicio en las MMA, el peleador chihuahuense dejó sus estudios de preparatoria a un lado y se concentró cien por ciento en su carrera deportiva. Al principio, sus padres no estaban muy convencidos de su decisión, pero tras su primera pelea cambiaron de parecer. Las Vegas y la casa de TUF LATAM recibieron a Rodríguez en mayo pasado. Ese “Vale Todo” no era más un sinónimo de MMA, sino del esfuerzo que necesitó antes de llegar a las grandes ligas: desde el pequeño Parral, rodeado de rancherías, hasta la “Ciudad del Pecado”, plagada de casinos.