Alianza chií nombra nuevo primer ministro en Irak

El nuevo presidente de Irak desdeñó al saliente primer ministro Nuri al-Maliki y nominó a un legislador para formar un nuevo gobierno, elevando los temores de más pugnas internas mientras el país enfrenta la amenaza de milicianos suníes en el norte.
En un discurso televisado, el presidente Fuad Masum dio a Haider al-Ibadi 30 días para formar un nuevo gobierno y presentarlo al Parlamento para su aprobación, manifestando su esperanza de que lo logrará.
Al-Ibadi, quien prometió formar un gobierno «que proteja a los iraquíes» , fue nominado por la Alianza Nacional Iraquí, una coalición de partidos chiíes de la que forma parte el Estado de Derecho, el partido de Al-Maliki, pero que al final se volvió en su contra.
El bloque de Al-Maliki, dominado por chiíes, ganó la mayoría de lugares en el Parlamento en las elecciones de abril, y el primer ministro se veía con derecho de mantenerse en el cargo. En horas de la madrugada, Al-Maliki pronunció un discurso donde culpó al presidente Masum de impedir su designación como primer ministro y dijo que presentaría una demanda contra el mandatario por no nombrarlo.
Los críticos dicen que Al-Maliki, un chií, contribuyó a la crisis al monopolizar el poder y buscar una agenda sectaria que dejó fuera a las minorías suní y curda.
La nominación de Al-Ibadi sucedió horas después de que Al-Maliki desplegara sus fuerzas de élite en las calles de Bagdad, cerrara parcialmente dos importantes calles -lugares donde comúnmente se hacen marchas a favor y en contra del gobierno- y mientras cientos de sus partidarios salieron a las calles.
«Estamos contigo Al-Maliki» , gritaban y ondeaban carteles con la imagen del primer ministro saliente.
Mohamed al-Ogueili, legislador de la lista de Al-Maliki, rechazó la nominación de Al-Ibadi por considerarla un «acto anticonstitucional» porque el partido del primer ministro saliente es el bloque de más peso y la Alianza Nacional no tiene derecho de presentar a ningún candidato.