Lo que inició como un cuento de hadas para Pumas el pasado 18 de julio, cuando derrotó a Gallos Blancos por 3-1, tres semanas después se ha convertido en una pesadilla pues desde entonces el cuadro universitario no ha vuelto a ganar; este domingo acumuló su tercera derrota consecutiva al caer por 0-1 ante el Atlas.
Un gol bastó para romper con un partido tenso, rápido y de llegadas en ambas áreas, que al final lo terminó ganando el equipo que buscó el marco rival con más idea e inteligencia en el terreno de juego.
Después de que en el primer tiempo Pumas y Atlas desaprovecharon las jugadas claras de gol que generaron, los visitantes encontraron el tanto de la ventaja, y que al final les dio la victoria, en un contragolpe que finiquitó de buena manera Alfonso González, al minuto 56.
El «Ponchito» aprovechó un pase filtrado que no pudo cortar la zaga auriazul y dentro del área definió sobre la salida de Alejandro Palacios, quien pese a achicar el ángulo de disparo no pudo evitar la caída de su portería.
La obligación por buscar el gol del empate y quedar bien ante una afición que aprieta y que cada día que pasa hace más evidente su descontento con José Luis Trejo, los orilló a ir al frente y dejar espacios en la defensa.
Sin embargo, dicha situación no fue aprovechada por los tapatíos, que tuvieron al menos dos jugadas más para llevarse un marcador más cómodo de Ciudad Universitaria.
Todavía en la recta final, los Pumas tuvieron una jugada para igualar el marcador, pero la figura de Federico Vilar apareció, ahogando el grito de gol en un tiro a quemarropa de Daniel Ludueña que desvió con una gran atajada.
El resultado permite a los Rojinegros mantenerse como uno de los mejores equipos de la Liga MX y de paso le pusieron más limón a la herida de Pumas.
