El Auditorio Nacional lució repleto la noche del sábado Isaac Hernández logró algo impensable: que los bailarines de danza clásica fueran recibidos como estrellas populares por una noche. El primer bailarín del Ballet Nacional de Holanda era una suerte de ídolo popular.
El Auditorio Nacional lució repleto la noche del sábado durante la gala «Despertares». Había una gran expectativa por ver a los 28 bailarines de algunas de las mejores compañías del mundo como el Royal Ballet, New York City Ballet, American Ballet Theatre y San Francisco Ballet.
Hernández interpretó el pas de deux de Don Quijote, con Jurgita Dronina. El recibimiento fue más que cálido, incluso desenfrenado, pero Isaac, apenas, calentaba motores. Con «Five tangos» mostró sus capacidades interpretativas con una coreografía contemporánea, y en el balcony pas de deux de Romeo y Julieta, fue, además, un intérprete apasionado.
En Despertares se pudo ver nuevamente a Esteban Hernández.
